El nivel de vida de los andaluces ha crecido sustancialmente desde el inicio del Estado de las Autonomías, aunque las diferencias con respecto al resto del país no se han reducido cuando se analiza el nivel de la renta, el PIB per cápita o la tasa de paro. España sigue creciendo a dos velocidades y hay comunidades ricas y pobres, lo que se traslada también a aspectos sociales como la situación de la educación o de la sanidad. La inversión de más de 160.000 millones de euros en fondos estructurales en España, a lo que hay que unir la importante aportación a través de otros políticas comunitarias como la agraria y de desarrollo rural, han mejorado las condiciones de los andaluces, aunque la brecha se ha abierto tras la crisis económica y comunidades como la andaluza y la extremeña, que son las que tienen una menor riqueza por habitante, no han conseguido acercarse a la media nacional. Además, Andalucía aparece como la comunidad de la que salen más personas por motivos laborales hacia otras autonomías. En pleno debate sobre la financiación autonómica, Andalucía aparece como una de las regiones que reciben menos fondos atendiendo a sus habitantes. Así, en el año 2013 llegaron 1.898 euros por persona, lejos de los 4.170 que recibe el País Vasco o los 3.266 de Navarra. Solo murcianos, madrileños y valencianos reciben menos fondos de financiación que Andalucía. Por eso, la comunidad autónoma reclama que se tenga en cuenta el factor demográfico en la distribución de fondos, aunque otras como Cataluña o Madrid reclaman que se tenga en cuenta lo que aporta cada autonomía y lo que recibe y se haga un reajuste. Entonces sí estaría Andalucía como la comunidad más beneficiada en la resta entre lo que aporta y lo que recibe y Madrid y Cataluña son las más perjudicadas. Desde el inicio del Estado de las Autonomías, no se ha logrado reducir las diferencias entre comunidades como Andalucía y Extremadura, que siguen lejos de la media nacional. Si en el año 1980 el PIB per cápita real ascendía a 9.694 euros y era el 75% de la media nacional, en el 2014 ascendía a 16.602 euros y representaba el 74,2% de la media, que llegaba a 22.357 euros. Por su parte, Extremadura tenía en 1980 un PIB per cápita de 6.976 euros (53,9%) y en el 2014 era de 15.698 (70,21%). Tanto Extremadura como Andalucía se encuentran muy lejos del valor de la riqueza de la comunidad con mayor PIB, que en la actualidad es Madrid, con 30.854 euros, y del País Vasco (29.142), que es la segunda autonomía. En esta creciente divergencia de la tendencia ha influido de manera importante el efecto de la crisis económica, que ha provocado que el PIB andaluz supusiera el 77,3% del nacional en el 2007 (18.939 euros) y cayera al comentado 74,2% del 2014. Además, tras iniciar la mejoría a partir del 2014, Andalucía está registrando un aumento inferior a la media nacional.

EL PARO / La crisis económica también rompió con la reducción del paro. La tasa de paro en el cuarto trimestre de 1980 ascendía al 12,4% y en Andalucía era del 18%, en el año 2007 se había reducido al 12,8% en Andalucía y al 8,2% en España. Sin embargo, a partir del 2008 se produjo un fuerte crecimiento del desempleo que no ha comenzado a disminuir hasta el 2014. El 2016 se espera situar, según estimaciones de Funcas, en el 28,8% en Andalucía y en el 20% en España. Andalucía, como ocurría en 1980, sigue siendo la comunidad autónoma con mayor tasa de paro, muy lejos de otras autonomías como Navarra (11,7%) o País Vasco (12,2%). La distribución del tejido productivo puede ayudar a comprender por qué Andalucía sigue siendo la región con más paro de España. La agricultura y ganadería representaron en el 2015 el 5,2% del PIB en Andalucía, mientras que se redujo al 2,3% en España. Por el contrario, las industrias extractivas significaban el 16,4% en España y en Andalucía solo el 11,8%. En Andalucía tienen mayor peso que en España actividades como la construcción, la Administración pública y defensa, mientras que en España el porcentaje es mayor en el comercio, la información y comunicaciones, las actividades financieras o las actividades profesionales, científicas y técnicas. Si el paro es mayor en Andalucía, es menor la remuneración de los trabajadores con respecto a otras comunidades e inferiores las pensiones. La corrección aún está lejos de producirse.