El Ayuntamiento tiene claro que la calle Capitulares debe ser peatonal y esa es su propuesta, aunque se da de margen de tiempo hasta que finalicen las obras de reforma para tomar la decisión definitiva. Por lo tanto, queda descartado ya el plan de tráfico anunciado antes del verano por el Ayuntamiento, en el que autobuses y residentes transitaban por Capitulares, donde la circulación estaba regulada por un semáforo. El concejal de Movilidad, Andrés Pino, presentó ayer el plan de tráfico que aplicará el Ayuntamiento a partir del día 3 de enero, al abrirse a la circulación los dos extremos de Capitulares, y durante el tiempo que queda de obra. Ese plan servirá de prueba para la futura peatonalización de Capitulares, por lo que, si no hay más cambios, es también el que se aplicará tras la reforma de la vía.

El responsable de Movilidad dejó claro que «si todo va bien, lo más probable es que Capitulares se quede definitivamente, bueno, se va a quedar, totalmente peatonal» y «esta segunda fase nos va a dar el referente claro», aunque «habrá cosas que habrá que pulir» y ver «cómo afectan a determinados vecinos de algunas calles». Esos detalles «se limarán en enero» y entre ese mes y febrero se verán los resultados del plan que comienza ahora.

Por lo pronto, Andrés Pino aseguró que «el transporte público no va a pasar por Capitulares», es decir, que los planes del Ayuntamiento son que los autobuses de las líneas 1 (Fátima-Tendillas), 3 (Albaida-Renfe-Fuensanta), 7 (Cañero-Ciudad Jardín-Zoco) y 12 (Naranjo-Capitulares-Sector Sur), que a partir del martes volverán a acceder al centro, suban por Alfonso XIII, continúen por Diego de León y bajen por Claudio Marcelo, para salir por Diario de Córdoba y San Fernando, tanto en lo que queda de obra como después. Todas estas calles cambiarán de sentido. Pino explicó que ayer se hicieron pruebas en las dos esquinas de Capitulares con los autobuses «y pasan perfectamente». De las cuatro líneas, la 1, es la única que recuperará el mismo recorrido que tenía al poder subir desde San Pablo hasta Las Tendillas, mientras que el resto darán un pequeño rodeo al tener que llegar hasta esa plaza evitando Capitulares. Los microbuses también recobran su ruta. Las paradas de autobús se mantendrán en Diario de Córdoba y en Claudio Marcelo, aunque esta última cambiará de acera. Las obras se harán en la segunda quincena de enero y mientras tendrá una plataforma provisional.

A partir del martes la circulación por los alrededores de Capitulares quedará limitada a vehículos autorizados. Ese día volverán a estar activas las cámaras de San Pablo y de Las Tendillas (que controla el acceso al eje Ramírez de Arellano, San Miguel y San Álvaro), y empezará a funcionar la instalada en Alfaros a la altura de Isabel Losa (que sustituye a la que antes estaba en Diario de Córdoba y que durante la primera fase de las obras ha estado en Ambrosio de Morales). Esta nueva cámara restringirá el paso hacia Alfaros y Capitulares pero no afectará a la entrada de vehículos en Santa Marina. Hay que tener en cuenta que con la activación de la cámara de Las Tendillas quedará anulado el acceso que durante los cuatro meses de obra ha estado habilitado desde la calle Caño. Por tanto, a partir del día 3, los vehículos que entren en la calle Caño, y que no tengan permiso para seguir hacia el centro, tendrán que salir por Osario.

Por otro lado, el acceso a La Corredera desde Claudio Marcelo y Rodríguez Marín quedará limitado a la carga y descarga los laborables de 6.00 a 12.00, momento en el que se activarán las pilonas de Rodríguez Marín. Otro de los cambios afecta a la calle Pedro López, que quedará con tráfico restringido solo a residentes y cocheras. Además, los residentes de esa vía y de alguna más del entorno no podrán subir hacia María Cristina para salir hacia el Norte por Carbonell y Morand, sino que solo podrán usar San Fernando.

María Cristina, que antes era peatonal, continuará con tráfico, ya que será la vía utilizada por los vehículos autorizados para ir hacia el Norte. En principio, y aunque estaba previsto un semáforo, la circulación se regulará con un ceda el paso. Al final de Claudio Marcelo hay un semáforo que no se activará durante las obras pero que, según Pino, puede hacer falta en un futuro, ya que el último tramo de Rodríguez Marín será de doble sentido al ser la salida de Pedro López y la entrada de la carga y descarga a La Corredera y de los microbuses.