Las denominaciones de origen se han convertido en el escaparate de la máxima calidad de las producciones agroganaderas en España y Europa. La amplia diversidad de productos y zonas geográficas protegidas por la Unión Europea convierten a España en el país con una mayor diversidad. Andalucía, con 41 distintivos, es la comunidad con mayor número, superando a Cataluña, que tiene 33, y Castilla La Mancha, que cuenta con 30. Después siguen Castilla y León (29) y Galicia (24). No obstante, hay algunas denominaciones, como sucede con Jamón de Huelva, que se encuentran con zona protegida en varias comunidades. En este caso se extiende sobre Andalucía y Extremadura.

En Andalucía es Córdoba la provincia andaluza que cuenta con mayor número de denominaciones de origen (7), a las que hay que unir las indicaciones geográficas del Vino (Córdoba y Villaviciosa). En el segundo lugar se encuentra Málaga, con 6. En la comunidad, el producto con mayor número de consejos reguladores es el aceite al proteger el virgen extra de Antequera, Baena, Estepa, Lucena, Granada, Montoro-Adamuz, Poniente de Granada, Priego, Sierra de Cádiz, Sierra de Cazorla, Sierra de Segura y Sierra Mágina. Después se encuentran los vinos: Condado de Huelva, Granada, Jerez, Lebrija, Málaga, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Montilla-Moriles y Sierras de Málaga.

Asimismo, hay dos indicaciones geográficas de hortalizas (Tomate La Cañada y Espárrago de Huétor-Tájar), indicativos de frutas (Chirimoya de la Costa Tropical de Granada-Málaga, Aceituna Aloreña de Málaga y Pasas de Málaga) o de pescados (Caballa de Andalucía, Melva de Andalucía, Mojama de Barbate y Mojama de Isla Cristina). En Andalucía también disponen de protección por su calidad otros productos como la miel, panadería, repostería y vinagre.

El volumen económico no ha dejado de crecer en España desde que el Ministerio de Agricultura inició su serie histórica en 1996. En el 2015 el valor de los productos agroalimentarios ascendió a 1.856 millones de euros, de los que el mayor importe lo aportó los jamones (709,1), los cárnicos (232,7), las frutas (220) y los aceites de oliva (149,8). En el caso de los vinos, las denominaciones españolas aportaron 3.206,3 millones de euros. En los caldos, la denominación Cava es la que alcanzó más negocio, con 721,7 millones, seguido de Rioja, con 456,2, y Ribera del Duero, 364,8.