Pese a que en los últimos días el agua ha caído casi permanentemente en la provincia de Córdoba y en algunas zonas de forma copiosa, la cantidad registrada todavía se queda lejos de la necesaria para alcanzar la media de un año pluviométrico normal. No es menos cierto que la temporada de lluvias está en sus inicios y, como apuntan desde las organizaciones agrarias y la Junta, si continúa a este ritmo podría considerarse que el riesgo de sequía desaparecería. En estos momentos han caído en la provincia, de media, unos 250 litros por metro cuadrado, aunque hay zonas como el Retortillo o Guadanuño donde se han superado los 300. Hay otras zonas como Iznájar o Vadomojón donde apenas se han superado los cien. La media de un año hidrológico normal en la cuenca del Guadalquivir está entre los 580 y los 600 litros.

De todas, formas, según explica Miguel Cobos, de UPA, la situación en los pantanos se va mejorando, ya que en los últimos días la reserva de agua ha aumentado en un 1% aproximadamente, «algo que parece poco pero que en cifras reales estaríamos hablando de 30 o 40 hectómetros cúbicos». No obstante, los pantanos de la provincia de Córdoba, según los datos recogidos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se encontraban este fin de semana a un 47,78% de su capacidad, con 1.630.262 hectómetros cúbicos. Según las fuentes consultadas, lo ideal para afrontar los próximos años agrícolas con mayor tranquilidad sería que se situaran al menos al 60%.

El motivo por el que aún no ha repercutido la lluvia caída en el nivel de los pantanos es que la necesidad de agua del campo era tanta que todavía no ha conseguido que se generen las escorrentías. No obstante, si el régimen de lluvias iniciado en estos días se prolonga, el volumen de agua almacenada aumentará y se apreciará la diferencia en muy poco tiempo.