La guitarra forma parte de su vida desde que tiene conciencia, no solo porque heredó la afición de su padre, sino porque su tiempo libre lo dedica a construir este instrumento, con el que se gana la vida desde muy joven y gracias al cual se expresa. Y es justo lo que quiere seguir haciendo ahora, dar conciertos y mostrar su música al mundo, aunque antes celebrará este importante galardón «con el gran fiestón que merece».

-¿Desde cuándo pisa los escenarios con su guitarra?

-Desde muy pequeño. Empecé con mi padre, que también es guitarrista. Y me encanta tocar con él.

-Así que lo lleva en los genes.

-Sí. Mi padre, El Curri, es un monstruo de la guitarra y he vivido este arte toda la vida.

-¿Qué significa el flamenco para usted?

--Es todo. Es mi forma de vida. Desde que me levanto cojo la guitarra y estoy todo el día escuchando flamenco.

-¿Qué ha sentido al obtener este premio?

--Todavía no me lo creo. Como guitarrista y cordobés, es un orgullo y una responsabilidad muy grande. No ha sido fácil, lo he pasado muy mal, con mucha tensión, porque esos grandes maestros que componían el jurado imponen mucho.

-Y, además, ha sido el único premio elegido por unanimidad.

-Eso es un añadido al premio que me pone aún más nervioso.

-¿Cómo valora la actuación de sus contrincantes en el certamen?

-Creo que todos los que se han presentado son muy buenos guitarristas y todos han tocado muy bien, son unos fenómenos.

-¿Es la primera vez que se presenta?

-No. Lo hice hace nueve años. Esta vez casi me han obligado.

-¿Qué piensa de este concurso? ¿Cree que es el más importante en el arte flamenco?

-Los premios de este concurso son los más importantes que existen en el flamenco. Es el mejor que hay y tiene mucho prestigio. Los demás son también buenos, pero el Nacional siempre ha sido donde se valora realmente el arte y tiene un importante jurado.

-¿En qué palos se mueve mejor?

--Me gusta la rondeña, las alegrías, los rítmicos.

--¿Cuál es ahora su aspiración?

--Seguir tocando la guitarra, dar conciertos y mostrar mi música a todo el mundo.