En cada momento he dado el corazón en pedazos, siempre», afirmó ayer Antonio Fernández Díaz, Fosforito, al recordar su trayectoria artística, «una vida de artisteo de 70 años». Unos momentos antes de la presentación del libro que rinde homenaje a su figura y al Festival de Cante Grande de Puente Genil, este maestro del cante aludió a las nuevas generaciones para recordar que «existe el dicho de que no se ama lo que no se conoce. Mucha gente sabe quién soy, pero no me conoce», por lo que Fosforito, esencia del cante «será un motivo más para que la gente me conozca mejor».

Quizá por el cariño que se respira en Puente Genil hacia su figura, el acto en el que se dio a conocer esta obra editorial resultó emocionante desde el primer momento. El artista, retirado de los escenarios desde hace diez años, interpretó los reconocimientos que recibe como «una forma de agradecerte todo lo que tú le has dado (a los aficionados) durante tantos años».

Fosforito aludió a unas «gloriosas bodas de oro» del Festival de Cante Grande de Puente Genil que lleva su nombre. Para finalizar, comentó a los asistentes que «he aprendido con el tiempo a dosificar las emociones para que el corazón me siga latiendo correctamente», y se despidió del público asegurándole que «os quiero a todos, un abrazo muy fuerte».

Junto al alcalde de la ciudad, Esteban Morales, y el director de CÓRDOBA, Francisco Luis Córdoba, en el acto también intervino el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, que inició sus palabras elogiando el hecho de que «Puente Genil es el único pueblo del mundo que tiene una concejalía de Flamenco». En su opinión, se puede decir que «Fosforito es flamenco o flamenco es Fosforito» y el cantaor pontanés «ha contribuido a que hoy el flamenco sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad».

Además de esto, el presidente de la institución provincial definió el libro como «un proyecto original, que arroja luz sobre el universo flamenco y sobre un artista trascendental del cante jondo, un revolucionario de este mundo». Entre el público asistente se encontraban participantes en la obra como Francisco del Cid, que apuntó que «me parece importantísimo reconocer la figura de Fosforito, esa trayectoria tan extraordinaria que tiene», y Juan Ortega, que explicó que «estamos ante un personaje y una personalidad irrepetibles». Juan Pérez Cubillo apuntó que «este libro hacía falta, los ejercicios de reflexión son necesarios para las generaciones futuras», y, por su parte, Francisco Moyano subrayó que la obra «puede proclamar una verdad que es dogma de fe en el flamenco: Fosforito es el dueño y señor de los territorios del cante jondo».