El balance del primer mes de huelga de los examinadores de tráfico en Córdoba arroja un alto número de alumnos, supera los 1.200, que han visto postergadas las pruebas para obtener la licencia de conducir después de haberse preparado durante meses. Este cálculo proviene de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), que mantiene paros diarios de tres horas en defensa de una serie de reivindicaciones en sus condiciones de trabajo. Un portavoz de este colectivo --son once los profesionales en activo y diez de ellos siguen la huelga-- ha reconocido a este diario que "es muchísima gente la que se queda sin examinar todos los días y nos sabe mal, pero nuestra situación tiene que solucionarse".

Los examinadores se quejan de la carga de trabajo, de la nula renovación de la plantilla, de las agresiones (hay presentadas en todo el país 15 denuncias en lo que va de año) cuando comunican las calificaciones y se muestran contrarios a una posible privatización de este servicio.

"Antes se cubría el verano con horas extras y hace diez años éramos 19 examinadores", explica el portavoz de Asextra, "y ahora ni siquiera nos quieren reconocer como horas de trabajo el traslado a los pueblos para examinar". Añade que "nos han denegado vacaciones y días de asuntos propios" e insiste en que "nada de esta huelga va contra los alumnos".

Esta situación también está provocando problemas en la Jefatura Provincial de Tráfico. Su máximo responsable, José Antonio Ríos Rosas, señaló a CORDOBA que la huelga "nos ha trastocado mucho, porque detrás de cada examen hay una tramitación administrativa y si las pruebas se posponen estamos entonces duplicando el esfuerzo". El jefe provincial explica que "a los alumnos que se quedan fuera los citamos a primera hora de la siguiente convocatoria para que se puedan examinar", que suele ser una semana después.

"A nosotros nos perjudica como empresa porque nos rompe el esquema de trabajo", afirma Rafael Pérez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, quien subraya que "hay un descontrol porque hay veces que no sabemos lo que vamos a hacer con los alumnos". Denuncia que "en muchas ocasiones no encontramos la colaboración de los examinadores, que no nos avisan con tiempo suficiente si se van a desarrollar las pruebas o no".