La medicina a la carta, los fármacos personalizados, están a la vuelta de la esquina. El estudio del genoma humano y la posibilidad de secuenciar el ADN a precios cada vez más reducidos permitirá en cuestión de cinco o diez años acceder a medicinas y tratamientos adaptados al perfil genético de cada paciente, lo que facilitará otros avances también en la medicina preventiva.

Esa es una de las certezas de José Luis Gómez Skármeta, un investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, instituto mixto financiado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Pablo de Olavide, que ayer ofreció la conferencia inaugural del XL Congreso de la Sociedad Española de Genética (SEG), que se celebra estos días en Córdoba. Y es que, según este experto, "utilizar los mismos fármacos para todo el mundo como se hace ahora en la mayoría de dolencias, sin tener en cuenta las mutaciones genéticas de cada individuo, puede hacer que estos sean inútiles o incluso tengan efectos nocivos". El equipo de Skármeta estudia la parte no codificante del genoma, es decir, la que establece cuánto, cuándo y dónde se produce el proceso de transcripción genética, algo así como el manual de instrucciones de los genes, con el fin de entender la biología humana e intentar curar enfermedades. Sus investigaciones han identificado, entre otras cosas, el interruptor que causa la obesidad.

Muy crítico con los recortes en investigación, "que lastran las opciones de rentabilizar los avances que se van obteniendo", Skármeta augura que el futuro cercano pasa por aplicar el vasto conocimiento que ya se tiene sobre genética para hacer mucho más efectiva la medicina preventiva y reducir importantes costes a la salud pública. "Muy pronto veremos que será posible ir al médico y a partir de la secuenciación de tu adn saber qué hacer para no desarrollar diabetes o cáncer". Así, "cuando haya una farmacogenia adecuada, se recetarán medicamentos que puedan compensar ciertas predisposiciones". En este sentido, Skármeta explica la relación existente entre las mutaciones genéticas y el entorno, la dieta o los hábitos saludables como factor determinante en el desarrollo de una enfermedad. "Una persona puede nacer con una condición genética heredada que falla un poco, pero que necesariamente no tiene que desarrollar una enfermedad. Sin embargo, el consumo del tabaco o la dieta desencadenan múltiples mutaciones que pueden hacer que ese fallo se acentúe hasta crear un cáncer o cualquier otra dolencia".

Para este científico, erradicar las enfermedades es solo una cuestión de tiempo, de inversión y de ética. "Podemos identificar mutaciones que dan una alta probabilidad de padecer cáncer, por ejemplo, pero ¿debemos por ello modificarla aún a riesgo de generar otra mutación imprevista? Eso sería como jugar a Dios", explica, al tiempo que señala que "otra opción es buscar compensaciones que reduzcan la posibilidad de desarrollar la enfermedad y mejorar la respuesta a un problema determinado".

El congreso de la SEG reúne desde ayer en Córdoba a unos 200 especialistas que están poniendo en común los últimos avances en genética y biología molecular desarrollados en España. La primera sesión celebrada ayer se centró en la dinámica de cromosomas, que estudia el reparto genético que se da en la división de las células, ya que un error en los mecanismos que controlan ese proceso pueden derivar en graves patologías. Según Guillermo de Cárcer, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, y Fernando Monje, del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa en Sevilla, "la regulación de estos procesos no tienen equivalente en el ámbito clínico, por lo que nuestro trabajo es determinar esos reguladores para que sean aplicables en terrenos como el tratamiento del cáncer".

El congreso permitirá al equipo de Génetica de la Universidad de Córdoba, anfitrión del encuentro, dar a conocer su experiencia y grado de especialización en los campos de la genética de plantas, animales y microorganismos materias en las que sus avances científicos han alcanzado un importante nivel productivo.