La velocidad excesiva (conducir por encima de los límites establecidos) o inadecuada (dentro de lo permitido pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, el vehículo o el conductor) está detrás de la cuarta parte de los accidentes de tráfico. Según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, de los 1.120 accidentes que se produjeron en el 2014 en la carreteras de Córdoba, la velocidad fue la principal infracción concurrente en 251 casos, además de en un 22% de los siniestros mortales. Por este motivo, para reducir la siniestralidad y para concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar los límites, la Dirección General de Tráfico puso ayer en marcha una nueva campaña especial de vigilancia de la velocidad, que se prolongará hasta el domingo y que fue presentada por el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y el jefe provincial de Tráfico, José Antonio Ríos Rosas.

Durante esta semana, los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles, que efectuarán en torno a 13.000 vehículos --casi 2.000 al día--. En especial se harán en los más de 3.800 kilómetros de carreteras convencionales que hay en Córdoba --el 90% de la red provincial--, y es que en estas vías, según destacó Ríos Rosas, se registran ocho de cada diez fallecidos. Precisamente, la campaña se presentó en un tramo de la N-432 Badajoz-Granada en el que en 18 kilómetros (del 246 al 264) se registraron once accidentes en el 2014 con un fallecido, un herido grave y cuatro leves, y en el que "el 50% de los conductores detectados iban a más de 100 km/h, que es el límite establecido", aseguró el jefe provincial de Tráfico.

Primo Jurado señaló que hay que "seguir insistiendo y convencer a los conductores de lo importante que es respetar los límites de velocidad", algo que reconoció que "no es fácil" atendiendo a las encuestas, que apuntan que los españoles "reconocen que superan la velocidad". Además, Ríos Rosas explicó que la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción; dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria; aumenta la agresividad y el estrés del conductor, y altera el funcionamiento sensorial, al disminuir el campo visual, y el fisiológico, al aumentar el nivel de fatiga.

Para esta campaña, para la que se utilizarán la docena de radares fijos que hay en la provincia y los móviles de los que dispone Tráfico, se ha invitado a participar a los ayuntamientos para que también se controle la velocidad en las vías urbanas, donde los atropellos a peatones suponen un peligro añadido.