rayó la apuesta del Servicio Andaluz de Salud por la investigación de estas enfermedades que afectan a un número muy reducido de personas "por lo que es muy difícil que la industria se dedique a investigarlas".

La investigación clínica abarca ensayos clínicos y estudios observacionales en los que los pacientes participan voluntariamente para probar con ellos nuevos fármacos y tratamientos, por lo que son tratados siguiendo un estricto protocolo de actuación. Los ensayos clínicos, que pueden realizarse de forma independiente o promovidos por la industria farmacéutica, pretenden demostrar la eficacia de determinados medicamentos en estudio. Pasan por cuatro fases, desarrollándose las tres primeras fases antes de la comercialización de un fármaco y la última fase una vez que ya está disponible en el mercado. En 2014, la Unidad de Investigación Clínica del Imibic llevó a cabo 84 nuevos ensayos clínicos y 67 nuevos estudios observacionales. En la actualidad, suma un total de 306 ensayos clínicos activos de fase I a fase IV y que suponen el 37,6% de los activos en Andalucía, que suman 814. Para el 2015, el presupuesto de investigación de la Consejería de Salud ha aumentado un 9% y se sitúa en 72,6 millones de euros.

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