Las 80.000 visitas previstas a la cata del vino, de las que más de 15.000 proceden de otras provincias andaluzas o del resto de España, generan un impacto económico en la ciudad de unos 2,5 millones de euros, sin tener en cuenta la repercusión en la marca Córdoba . El presidente del consejo regulador Montilla-Moriles, Javier Martín, avanzó ayer esta cifra durante la presentación de un estudio elaborado por los profesores Tomás López-Guzmán, Guzmán Muñoz y Jesús Pérez, de la Universidad de Córdoba. La trigésimo segunda edición de la cata del vino, que ayer se inauguró y hoy se abrirá al público, se ha convertido en un atractivo turístico que cada vez atrae a más personas de otros lugares. Esta fue una de las conclusiones que avanzó el profesor Tomás López-Guzmán, que aseguró que existe un "turista enogastronómico" que es un "potencial consumidor" del vino Montilla-Moriles. En este sentido, destacó que el 68% de los visitantes son menores de 40 años. El estudio, que ha consultado a 679 personas que no residen en Córdoba, refleja que la mayoría de los visitantes conoció la cata a través de amigos o familiares (50,1%) y por la experiencia propia de otros años (24,3%). "Este dato corrobora la idea sobre la necesidad de realizar una mayor promoción de la cata del vino", indicó el profesor de la UCO. Asimismo, remarcó el alto grado de satisfacción de los visitantes, ya que en una escala sobre 5, la valoración es de 4,19. "La satisfacción o experiencia de la visita parece aumentar a medida que lo hace el poder catar diferentes vinos y aprender acerca de la cultura del vino", señaló. Asimismo, considera que es necesario "una mayor promoción del festival del vino Montilla-Moriles fuera del territorio andaluz, tanto a nivel nacional como internacional", añadió. López-Guzmán precisó que existe un escaso número de visitantes que conocieron la cata a través de campañas publicitarias. En el estudio se refleja que el 75,4% de los visitantes a la cata proceden de España, mientras que el 7,3% procede de Reino Unido y el 3,3% de Italia. Con respecto a la inversión, el profesor Jesús Pérez indicó que cada visitante gasta entre 50 y 60 euros en su estancia en la ciudad. Por su parte, Javier Martín destacó el escaso gasto que supone para la ciudad de Córdoba la cata del vino y la importante repercusión económica que aporta. "Los hoteles están prácticamente llenos o se ha incrementado la venta de plazas de AVE. La cata tiene un efecto multiplicador también en la ruta del vino porque hay que gente que viene a la cata y después se traslada a las bodegas", explicó.