Este vecino de La Carlota, de 42 años, padecía una cirrosis hepática desde pequeño. Una situación que se fue complicando con el paso de los años y que le obligó a ponerse en lista de espera para un hígado en agosto del pasado año. El 12 de enero se produjo, tras la llegada de una generosa donación, la operación. "Tengo una vida nueva y sana, aunque ya no podré trabajar de mecánico", destaca.