na razón para no responder a los controladores aéreos que le avisaban de su pérdida de altitud, no tenía ninguna razón para rechazar marcar un código que permitiera al avión efectuar un aterrizaje", decía con asombro.

Trató de despejar las dudas sobre un posible atentado terrorista --el copiloto no figuraba en ninguna lista de sospechosos-- y explicó por qué no había empleado la palabra suicidio . "Normalmente, uno se suicida solo. Por eso no he utilizado ese término, pero uno se puede plantear la pregunta legítimamente", dijo. La Fiscalía de Marsella ha pedido ya a las autoridades judiciales alemanas información sobre Lubitz y su entorno para arrojar luz sobre los motivos que le pudieron llevar a terminar con su vida y la de otras 149 personas. La Guardia Civil investigó qué había podido hacer el copiloto durante el tiempo que estuvo en el aeropuerto de El Prat antes de emprender vuelo. Fuentes de la investigación han confirmado que Lubitz no llegó a bajarse de la aeronave durante los 45 minutos que tardó el pasaje en subir al avión. El comandante sí bajó para hacer una inspección ocular del mismo. Desde el martes, los investigadores franceses cuentan con las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto de Barcelona con los pasajeros facturando y accediendo al finger de entrada al avión, informa Mayka Navarro .