La caja negra del avión Aribus A320 de la compañía Germanwings que se estrelló ayer en los Alpes franceses ha llegado esta mañana a París, donde ya ha comenzado a ser analizada por la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) para la seguridad de la aviación civil.

El secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies, explicó en declaraciones a la emisora "Europe 1" que la caja será probablemente evaluada en dos fases: "Si hay voces humanas, muy rápidamente. Luego se trata de analizar los ruidos, eso puede requerir varias semanas".

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, había asegurado hoy previamente que la caja negra está dañada pero será posible analizarla.

Según Vidalies, aunque no haya conversaciones en la última media hora, se podrán estudiar los sonidos registrados en la cabina, pero ese es un proceso "mucho más preciso y más largo" que puede tomar "semanas o meses".

El responsable insistió en que todas las hipótesis siguen abiertas, incluida la de un atentado terrorista, aunque sí se ha descartado que el aparato explotase en pleno vuelo.

"Tenemos un descenso durante ocho minutos en silencio, ese es uno de los misterios. A las 10.31 (09.31 GMT) se produjo el último contacto. No es un descenso muy rápido, sino casi normal", explicó Vidalies.

Las autoridades consideran que no hay ya casi posibilidades de encontrar con vida a alguna de las 150 personas (144 pasajeros y 6 miembros de la tripulación) que viajaban en el avión, que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf.