Las elecciones andaluzas, planteadas en gran medida como una prueba de fuego para el bipartidismo, han dejado a este tocado en la provincia de Córdoba, como era previsible, pero no hundido, que era el gran temor en los cuarteles generales de PSOE y PP a la vista de algunas encuestas más favorables para los emergentes Podemos y Ciudadanos. Al final, el bipartidismo ha resistido a un temido vuelco electoral, aunque con mejor suerte para los socialistas que para los populares. Los primeros han ganado y han recuperado la hegemonía que perdieron hace tres años cuando el PP venció por primera vez, pero los segundos, a pesar del notable retroceso --se han dejado en el camino 52.443 votos y la pérdida de un escaño--, han logrado no perder el tipo y capear el chaparrón mejor que en otras provincias andaluzas. Otra cosa es el resultado de IU, que aunque también pierde un escaño, se ha visto sobrepasada por Podemos, una fuerza que ha gozado de un destacable estreno pero que no ha provocado el terremoto que algunos auguraban. Mucho menos cuando Ciudadanos, con menos ruido y alimentándose igualmente del desencanto con el modelo tradicional, ha logrado igual éxito al obtener la misma representación en la Cámara andaluza.

Los datos hablan

Por partidos, el PSOE sigue teniendo su asignatura pendiente en la capital, donde ha perdido cinco puntos con respecto a las autonómicas del 2012, pero encuentra su sustento en los municipios de la provincia, ganando en 70 de los 75 que componen el mapa. Incluso recupera plazas como Lucena, Priego de Córdoba y Cabra, en las que vence en detrimento del PP. Es más, sin el voto de la capital, las papeletas socialistas casi duplican a las del PP. Aun así, el PSOE sufre desgaste y pierde 12.315 votos desde el 2012, pero rentabiliza la mayor sangría de votos padecida por los populares.

De su lado, el PP se ha dejado en el camino, desde las pasadas autonómicas a las de este domingo, 52.443 votos (12,36 puntos) y solo ha logrado imponerse en la capital --donde pierde 25.130 papeletas--, Añora y Villanueva del Duque, quedando de nuevo como segunda fuerza. Además, marca una tendencia a la baja desde que en las últimas generales ganara en 24 municipios y los rebajara a 10 en las andaluzas del 2012. Significativas han sido las pérdidas de votos en Lucena, Priego, Montilla y Puente Genil --aquí el PSOE obtiene casi el 50% de los sufragios--. Así, la capital sigue siendo el granero más importante de los populares, ya que en ella obtiene el 47% de los apoyos que recoge en toda la provincia. Eso sí, el considerable retroceso de casi 17 puntos en la misma plaza --por más que mantenga nueve puntos sobre el PSOE, la segunda fuerza más votada-- denota un significativo desgaste y que la gestión municipal, vendida como aval, no ha logrado tirar del carro electoral.

Mientras, IU, que solo vence en Montalbán y Montemayor y que pierde un diputado, sale como la gran derrotada. Podemos la desplaza al cuarto lugar, e incluso en la capital --donde pierde casi 4 puntos y 5.544 votos-- cae un puesto más hasta quedarse como la quinta fuerza, por detrás también de Ciudadanos. Y aunque gana a Podemos en la provincia sin contar el voto de la capital, solo lo hace por 778 votos.

De los emergentes, Podemos obtiene algo más de la mitad de sus 53.167 votos en la capital, donde recoge 27.031. También Ciudadanos recibe en la misma plaza el 59% de los 32.457 sufragios recabados en la provincia. Ambos obtienen un escaño cada uno y tocan los cimientos del bipartidismo, aunque no lo derriban. Eso sí, dibujan un nuevo escenario de cara a las municipales de mayo, donde PSOE y PP han puesto ya sus miras para salvar otro combate electoral.