Contundente: "No lo comprendo. Si estoy deseando salir con mi hijo a los bares. Pero ¿No se dan cuenta de cuánto negocio podrían hacer con 10.000 familias en Córdoba con niños alérgicos? ¡Si nosotros lo primero que hacemos cuando nos conocemos es recomendarnos unos bares u otros!" Así se expresa una afable Fátima Castro, tesorera y portavoz de la recientemente constituida Asociación andaluza de alergias a los alimentos Avanzax.

Fátima Castro muestra la cara más conciliadora de un, para la directiva de Avanzax, falso conflicto con la hostelería, ya que la nueva reglamentación de alérgenos, lejos de perjudicar a restaurantes, bares y demás negocios de comida puede incluso beneficiar y reactivar el sector gracias a la incorporación al consumo de miles de familias, por no hablar de que se hace justicia con los alérgicos, se cumple una norma de sentido común y se integra a un sector de la sociedad. "Salir con los amigos, por ejemplo, es todo un conflicto cuando nos preguntamos: y ahora, ¿a dónde vamos?", resume Castro. Y sabe bien de lo que está hablando porque en dos ocasiones ya, por unas trazas de leche en un alimento a cuya proteína es alérgico su hijo de cuatro años, tuvo que inyectarle la dosis de adrenalina que siempre porta en el bolso, todo ello para frenar el shock anafiláctico en el que entró y ganar unos minutos de tiempo para llegar al hospital. Es la imagen más dramática del problema.

Otra cuestión es que el nuevo reglamento europeo no es la panacea. Poniéndose en la piel de miles de padres con hijos que sufren alergias alimentarias, hay que preguntarse si un pequeño texto junto a la carta, por ejemplo, es suficiente para tranquilizar del todo a los padres, si con ello se garantiza que no habrá una confusión en la cocina con dramáticas consecuencias. "Yo quiero pensar en que la norma ayudará, porque es necesaria y es muy positiva. Por supuesto, puede haber una confusión, un error por desconocimiento, pero también es tarea de todos que se conozca este riesgo", explica Castro.

Capítulo aparte, los objetivos de Avanzax, que obtuvo su alta en el registro de la Junta de Andalucía el pasado jueves, es de ámbito regional y tendrá su sede en Córdoba; no giran únicamente en torno a la nueva reglamentación europea. Ni mucho menos. También busca, entre otros aspectos, concienciar a la sociedad, servir de apoyo a miles de familias y luchar ante las instituciones para que se reconozca la situación y se actúe al respecto. De entrada, solamente en el periodo constitutivo de la asociación Avanzax ya contaba con 50 preasociados. "En cuatro años se ha adelantado muchísimo", explica Castro.

Y también es cierto que, igual que se ha avanzado mucho, también queda un largo camino. Por un lado, por ejemplo, con la aplicación lo más eficaz y rápidamente posible del reglamento por parte de los hosteleros. Por otra, por parte de las angustiadas familias de alérgicos, que deberán compaginar la paciencia y el sentido común de la que hacen gala con hacer valer sus derechos. Incluso, en Andalucía, por parte de la asociación Avanzax, con muchos reparos a la hora de darse a conocer ante los medios de comunicación y la sociedad y que, por ejemplo, le cuesta divulgar aún cuál es el nombre de su presidente. Eso sí, su email es infoasociacionavanzax.org. Un inmejorable dato para seguir avanzando.