La crisis económica y sus efectos sobre el mercado laboral y las economías familiares están provocando que muchas personas busquen recursos alternativos ante la falta de ingresos. Una de las actividades que se ha disparado durante los últimos años ha sido la venta ilegal de productos que se realiza en las calles de Córdoba. Los datos de la Policía Local revelan que entre el 2007 y el 2013 se han triplicado las denuncias por comercio ambulante, al registrar un incremento superior al 200%. Los productos con mayores aumentos son frutas y verduras, y el tabaco, por lo que en el primer caso se trata de una primera necesidad y en el segundo, de la compra de una mercancía que se ha encarecido de manera significativa.

La venta ilegal en la vía pública motivó el año pasado 285 denuncias de las que la mayoría, el 81%, se dirigieron al Ayuntamiento, mientras el resto fueron formuladas ante la Agencia Tributaria. Asimismo, en este periodo los agentes de Policía Local efectuaron 781 decomisos de mercancías y esto supuso un incremento del 138% en comparación con la cifra alcanzada en el año 2007, que fueron 328.

Las frutas y verduras fueron el producto más intervenido, motivando un porcentaje superior al 40% de las actuaciones. De otro lado, en un 34% de los casos el vendedor ofrecía tabaco y, en total, fueron retiradas 14.804 cajetillas. Otro de los apartados que llama la atención es el de los petardos, ya que solo sumaron 12 incautaciones, pero en estas se contabilizaron 2.190 unidades.

EN EL 2014 El balance realizado hasta principios de noviembre permite observar un descenso de las denuncias interpuestas, que han llegado a las 80. No obstante, el número de decomisos continúa siendo un 43% más alto que el registrado hace siete años, arrojando el dato de 469 intervenciones. Desde la Policía Local explican que los productos más vendidos de manera ilegal en la calle son las bolsas de ajos y cebollas, en las inmediaciones de mercados municipales, de los supermercados y en las zonas comerciales. Del mismo modo, señalan que se ofrecen "de manera muy esporádica, por vendedores de fuera de la ciudad y mediante furgón itinerante", patatas, naranjas, melones y otros alimentos, que son anunciados por megafonía. Junto a esto, en los periodos festivos se pueden encontrar globos, pequeños juguetes y algo de bisutería.

Al ser preguntados por el mercadillo que se instala en el Bulevar de Gran Capitán cada domingo, estas fuentes precisan que esos puestos que pueden encontrar los ciudadanos en su paseo matinal tienen una "autorización tácita de todos los gobiernos locales a lo largo del tiempo", y recordaron que es una iniciativa tradicional, en la que "principalmente se intercambian sellos y monedas antiguas".

Los vendedores ambulantes deben contar con una licencia municipal, tienen que estar dados de alta en la Seguridad Social y necesitan un seguro de responsabilidad civil para ejercer la actividad. Además de esto, se les pide que abonen unas tasas municipales y que dispongan de un carnet de manipulador de alimentos, en caso de que se dediquen a comercializar estos productos.

Por otro lado, aquellas personas que se arriesgan a actuar sin licencia se enfrentan a una denuncia por venta ilegal, que se realiza cuando pueden ser identificados de forma plena, "atendiendo a los principios de congruencia y proporcionalidad". Así, en la Policía Local matizan que si no llevan consigo la documentación personal, tampoco "sería proporcional su retención o traslado a dependencias policiales", debido a la levedad de la infracción cometida.