El sector inmobiliario ha dado un giro radical, en el que llama la atención el comportamiento de la VPO. Cuando la burbuja inmobiliaria aún se estaba hinchando, los cordobeses dormían en la calle para apuntarse a una promoción de VPO. Los sorteos eran una lotería. Hallar una VPO privada era misión imposible. Ahora promotoras públicas y privadas se las ven y se las desean para vender una VPO y los que realmente las necesitan no pueden acceder a ellas.