La cuenca del Guadalquivir es la que presenta una mayor regulación de España al tener construidos 48 embalses principales, a los que hay que unir otros menores. Tras décadas de importantes inversiones, Andalucía dispone de uno de los sistemas de abastecimiento más completos de España, tanto para el consumo humano como para el regadío. Estas infraestructuras, sin embargo, no impiden los ciclos periódicos de sequía, ni tampoco los riesgos de inundaciones que aparecen cada cierto tiempo. Son factores que delimitan la gestión y también el futuro de una comunidad donde el agua es una fuente principal de riqueza.