La elección del convento para transformarlo en museo no ha sido fruto del azar. La intervención no solo contribuirá a perpetuar esta joya del siglo XV, sino a configurar el eje turístico Tendillas--Regina, en el que La Corredera tendrá un papel fundamental. El edificio que mostrará la historia de la Córdoba romana, judía, musulmana y cristiana, y de la tradición cofrade, será el punto de partida.

La iglesia del siglo XV será el eje central de la actuación, al ser la parte que se conserva en mejor estado. El templo destaca por su coro y su artesonado mudéjar, que sufrió un incendio en 1651 que arrasó sus pinturas polícromas, que aún se perciben, y por su portada gótico--mudéjar, con figuras y elementos vegetales. Además del artesonado, llama la atención la celosía de pilastras de capiteles jónicos, realizada en madera y de estilo renacentista, que separa el coro alto de la iglesia. En el pasado, los muros estuvieron cubiertos de pinturas.

El conjunto lleva décadas cerrado y ni siquiera aparece en el plano de los franceses de 1812. Unos años antes, en 1804, este convento de monjas dominicas fue abandonado tras la muerte de catorce por la fiebre amarilla, aunque después de la epidemia fue habitado de nuevo. Sin embargo, el cierre definitivo llegó con la desamortización, aunque la iglesia siguió abierta. Ahí empezó otra historia distinta como casa de vecinos, fábrica de telas, almacén de tocino y cuartel y, por último, bodega --en la nave aún hay barriles de vino--.

El mal estado del edificio ha obligado al Ayuntamiento a intervenir en varias ocasiones. Así, en 1993 demolió uno de los cuerpos del convento próximo a las viviendas de Vimcorsa. Después, en 1996, los bomberos acudieron por la caída parcial de un muro hacia la plaza de Regina, lo que obligó a reconstruir y consolidar toda la crujía. Más adelante, en el 2006, el Ayuntamiento consolidó la zona externa de la fachada de la iglesia. Por último, en el 2008, llevó a cabo la limpieza y consolidación parcial de la iglesia y del convento y demolió todas las crujías excepto las que dan a la plaza.

La propuesta del proyecto más costoso del plan turístico es implantar en una parcela de 1.467 metros un centro de interpretación de las cuatro culturas, profundizando en el legado de cada una, "como símbolo de tolerancia y convivencia". El jardín arqueológico ocupará 773 metros y el resto de espacio se lo repartirán la zona administrativa y de servicio y los museos --el cofrade con 116 metros abajo y 116 arriba, y el cultural, con 188--.La nave de la iglesia será una sala polivalente con medios audiovisuales para mostrar la historia de Córdoba.