El Ayuntamiento ha colocado vallas en el entorno de las cruces más populares para evitar que el público invada la calzada y en un intento de 'cercar' el botellón. Las cruces afectadas mostraron ayer sus dudas sobre la utilidad de la medida, ya que en su opinión puede generar aún más problemas. "No sé si van a dar resultado, no soy técnico de seguridad, pero no llego a comprender por qué tan tarde y nada más que a nosotros", dice el hermano mayor del Resucitado, Manuel Murillo. El Ayuntamiento ha obligado a esta cruz a modificar la ubicación de la barra (que ahora está detrás del monumento a Manolete) y temen que esto produzca aún más molestias a los vecinos. Además, a diferencia de otros años, no se cortará el tráfico por esta zona. También se han colocado vallas en la Cuesta del Bailío (apenas han dejado dos metros para el tránsito peatonal) y la hermandad de la Paz también ha tenido que modificar la barra. "Se supone que el Ayuntamiento lo ha hecho por medidas de seguridad y sin embargo creemos que se van a producir más problemas de colapso y que al colocar las vallas en el Bailío va a provocar que la gente se vaya a la plaza de Capuchinos. Entendemos que la barra no fuera como antes, porque cortaba el acceso a los callejones, pero seguimos sin entender por qué se corta el Bailío".