Abrazos, gritos de alegría y celebración en un céntrico restaurante de Villanueva de Córdoba que ayer se convirtió en el cuartel general de la plataforma Que Pare el Tren. Su presidenta, Daría Romero, emocionada, no dejaba de repetir "lo hemos logrado". Su teléfono, que echaba humo, recibía continuas llamadas y mensajes de felicitación.

La presidenta recordó los años de lucha "en los que nos hemos dejado todos la piel", que han merecido la pena porque "nuestra gente, que tan mal lo ha pasado, empieza a tener ahora las oportunidades que ya disfrutaban otros territorios". Daría Romero se emocionaba al recordar cómo los jóvenes y los mayores han cogido pancartas y han hecho sonar su voz en los siete últimos años.

Y un aviso para navegantes, porque la plataforma "no termina con la parada de los trenes" ya que sus estatutos dejan claro que reivindican vías de comunicación adecuadas para el desarrollo de la comarca "y vamos a seguir pidiendo autovías y el apoyo de la administración a un territorio que llevaba muchos años olvidado".