Una década con la meta puesta en la legalización da para mucho, para tanto que ninguna parcelación ha logrado cruzarla. Son muchos los trámites a seguir, por lo que no es raro que en cada uno se produzca un atasco. Cuando se avanza y se supera un obstáculo, surge otro. Pero el gran problema ahora es económico. No todos están dispuestos a pagar, ni tienen medios. Y ahí empiezan los enfrentamientos, cada vez más frecuentes en un proceso que lo que necesita es unión.