El plan de trabajo del consejo rector de Barquera Norte, que cuenta con proyecto de reparcelación redactado y de urbanización presentado, es realizar la urbanización, presupuestada en 2,2 millones, por fases, para facilitar la financiación. Su primer objetivo es lograr el agua potable y saneamiento. Tras analizar las posibilidades de una solución definitiva en la red de agua, que implicaría a otras juntas de compensación, y una provisional, se decantan por la segunda al considerarla más viable. En este caso, y según los presupuestos que manejan, la urbanización pagaría 194.330 euros por engancharse a la red de Emacsa y 120.000 por instalar depuradora. Cada parcelista aportaría 1.150 euros por el agua, 710 por la depuradora y 1.000 por las tuberías. En total, 2.860 euros por parcela. Si a esto se une el dinero que pagarán a Urbanismo por el 10% y otras tasas, así como los gastos notariales, cada parcelista debe desembolsar 6.000 euros. Barquera Norte tiene 242.280 metros cuadrados. Sus representantes aseguran en un informe que los vecinos quieren vivir "desde ya con viviendas legalizadas, suelo registrado y servicios mínimos normalizados", aunque también se están encontrando, al igual que ocurre en otras parcelaciones, con colectivos contrarios a seguir con el proceso al creer excesivo su coste.