El PP cree que la dimisión de Francisco Fernández Sevilla como secretario general de UGT en Andalucía obedece a que se está viendo "acorralado", además de ser un "indicio" de que lo ocurrido con el supuesto desvío de fondos públicos para la organización es "muy grave". En conferencia de prensa, durante la cual conoció la noticia de la dimisión, la vicesecretaria de Territorio, Medio Ambiente y Asuntos Europeos del PP-A, Alicia Martínez, dijo que es un "escándalo" que el líder de una organización "con tantos afiliados" se encuentre en esta situación. Subrayó que el PP va a pedir responsabilidades, como en el caso de los ERE fraudulentos de la Junta, y a exigir recuperación de todo el dinero que ha "salido indebidamente" de los presupuestos de todos los andaluces. Martí- nez se preguntó también por qué le "tiembla la mano" a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, para actuar contra UGT y personarse en la causa abierta en los tribunales. "Díaz no sabe de qué lado ponerse y quizá se siente atrapada por UGT", aventuró Martínez, que resaltó que PSOE y UGT son "organizaciones hermanas, con una estrecha conexión como se ha puesto de manifiesto en la investigación del caso ERE".

Por su parte, el secretario de organización del PSOE de Andalucía, Juan Cornejo, expresó su respeto por la dimisión de Fernández Sevilla y reafirmado "el respaldo del PSOE a los sindicatos como pieza clave en la defensa de los derechos de los trabajadores". En un comunicado, la dirección regional destacó que la UGT "ha sido, es y seguirá siendo un interlocutor fundamental", al tiempo que ha reivindicado a los sindicatos como "pieza clave del sistema democrático por el papel determinante que desempeñan en defensa de los derechos de los trabajadores".

El portavoz de UPyD en Andalucía, Martín de la Herrán, consideró ante la dimisión de Fernández que "es lo mínimo que podía hacer y que debería haber asumido esta responsabilidad desde el primer día en que salieron a la luz las primeras presuntas facturas falsas". Herrán ha pedido al sindicato que publique todas sus cuentas y que, "si le queda algo de decencia, devuelva a la Administración todo el dinero que según los documentos publicados ha despilfarrado en cenas, viajes y otros desdenes".