Susana Díaz bajó las escaleras del Palacio de Congresos de Granada rozando la media noche y flanqueada por sus hombres de confianza. Ya tenía cerrada la ejecutiva regional que había negociado durante unas tres horas con los secretarios provinciales del partido y en la que no hubo los habituales tirones a los que acostumbran en este partido y que conducen a que la ejecutiva no se conozca hasta altas horas de la madrugada. En eso también Díaz ha impuesto su estilo. "Por qué voy a tener que negociar en una noche lo que podía negociar en una semana", dijo en un informal encuentro con los periodistas. La composición de la futura dirección regional socialista estaba lista a las nueve y media de la noche, admitió. Estará integrada por 31 socialistas, 16 mujeres y 15 hombres. "En esta ejecutiva me reencuentro con mucha gente de mi primera etapa de las Juventudes", relató Díaz.

"Yo me voy a dedicar al Gobierno, me voy a tirar a la carretera y voy a ir mucho a Madrid", aseguró para negar que haya querido hacer una ejecutiva sin un número dos potente que le haga sombra y con la intención clara de llevar ella personalmente las riendas del partido. La realidad es que Díaz ha eliminado la vicesecretaria regional que ocupaba Mario Jiménez, que regresa a la portavocía del Parlamento, y ha vuelto a una estructura clásica donde el segundo puesto en el organigrama corresponde al secretario de Organización, lugar en el que conserva a un gaditano que hasta ahora ha trabajado en silencio y sin presencia en los medios de comunicación. El perfil de Juan Cornejo invita a pensar que Díaz va a acaparar también el foco del PSOE-A, por mucho que ella insistiera en que "lo que funciona no hay que cambiarlo". Según Díaz el secretario de Organización será quien ocupe la portavocía del partido, aunque él mismo aclaró que no habrá un portavoz sino una polifonía de voces según el tema y el contenido.

En la presidencia una mujer, Micaela Navarro, la más aplaudida ayer al subir al escenario tras fundirse en un abrazo con Díaz. Ella simboliza la paz interna del PSOE. Muy a su pesar, ha sido el rostro de los críticos frente a Griñán en los últimos tiempos. Su ascenso a la presidencia cierra las heridas abiertas con el PSOE de Jaén, la tercera agrupación provincial más poderosa tras Sevilla y Granada. La emoción de Navarro demostraba que esta veterana socialista, que ha sido consejera con Manuel Chaves y Griñán y que fue apartada del Gobierno por las disputas internas, lo ha pasado mal en los últimos tiempos. "Es un cañón, ya lo sabéis", dijo Díaz.