El sector de las energías renovables se ha quedado en stand--by . Los empresarios consultados explican que los últimos cambios normativos han modificado las condiciones de producción hasta el punto de que, en algunos casos, ha dejado de ser atractivo para los inversores y aquellos que en su día apostaron por él no perciben los beneficios esperados o se plantean la continuidad de los proyectos.

De este modo, Miguel Gálvez, gerente de Iniciativas Energéticas del Sur (adherida a la Confederación de Empresarios de Córdoba), explica que hay que diferenciar entre las grandes centrales, que mantienen aún "algo" de ayuda y por esto siguen siendo "interesantes", y las instalaciones de poca potencia, en las que "la situación está muy difícil", tanto en la generación de electricidad como en energía térmica. Este empresario precisa que la fotovoltaica ha sido la más perjudicada por los cambios y por esto "está parada ahora mismo". Si desde el 2010 la potencia instalada en la provincia ha crecido casi un 15% (según los últimos datos, existen 195 MW), Gálvez señala que en el último año no ha habido nuevas instalaciones.

En esta línea, aclara que con la reducción de las primas, el plazo de amortización ha pasado de nueve a 12 o 14 años, y la esperanza del sector se encontraba en el autoconsumo, donde, según el gerente de Inersur, "había un yacimiento importante de empleo y de instalaciones, porque cabían desde pequeñas de tipo doméstico hasta instalaciones de pequeña y mediana industria". Sin embargo, con el borrador de decreto planteado por el Gobierno central, "vuelve a dejar de ser interesante". "Hay que pagar tanto por lo que autoconsumes como por lo que viertes a la red", aunque en otros países el productor cobra por los excedentes de energía, recuerda.

Para este empresario, "uno de los grandes problemas es que se ha dado una imagen de inseguridad jurídica en España sin precedentes", ya que primero apareció una normativa en la que se aseguraba la existencia de unas primas durante 25 años, "y tres años más tarde se han quitado esas condiciones". Esta situación afecta a la financiación del proyecto, también ha provocado "una reducción de los ingresos y puede causar dificultades cuando no se ofrece a los inversores la rentabilidad comprometida".

Miguel Gálvez también ha señalado que las circunstancias son diferentes en las distintas energías renovables y la eólica se encuentra en buen estado, aunque en Córdoba "no tiene aplicación", y este es el caso, asimismo, de la solar para producción térmica, pero "las potencias son pequeñas". La biomasa, por otro lado, "está teniendo el inconveniente de que se está especulando en el mercado. La mayor parte de la producción se está exportando a países de la Unión Europea y aquí el precio está inflado artificialmente".

EN EL TERRENO Otra de las opiniones consultadas ha sido la de la empresa Magtel, que ha afirmado a este periódico que la situación del sector supone, en su

caso, "una pausa sin fecha de reanudación" en algunos de los proyectos que tenían planteados. Así, para esta empresa "la rentabilidad no será la suficiente para desarrollarlos, ya sea los que están en fase de ejecución o los que estaban en proyecto", mientras que se mantenga la retirada de las ayudas. No obstante, aseguran que siguen atendiendo las obligaciones administrativas. Las mismas fuentes han recordado que el sector de las renovables es "puntero" y "reconocido a nivel internacional", y por esto están promoviendo iniciativas de energía renovable y eficiencia energética en Perú y Marruecos.

En España, aclaran que "no hemos tenido otra opción que detener lo que hacíamos". Este grupo cuenta con 138,6 megavatios preasignados por el gobierno extremeño para la construcción de once parques eólicos en esa comunidad autónoma, y había previsto invertir 250 millones de euros en estos proyectos, así como generar más de 2.000 empleos. Además, a principios del año pasado se conocía que la Junta de Andalucía había adjudicado a esta compañía 190,6 megavatios de potencia priorizada, lo que correspondería a nueve parques eólicos.