La "organización secreta" que promovió la fiesta de reapertura de la discoteca Podium ha dado señales de vida. A mediodía de este viernes, Rebel Bingo ha colgado en Facebook un comunicado en el que "se solidariza con los afectados por los incidentes ocurridos en el exterior del evento, que quedaron ayer ya aclarados ante la Policía". Añade que "como así consta en los comunicados, la Policía ha informado de que los organizadores de la fiesta habían establecido diferentes puntos de control y rechazaban a aquellas personas que no cumplían los requisitos establecidos, pero estas volvían ocasionando que requirieran asistencia médica".

La Policía Local decidió a las dos de la madrugada del jueves el desalojo de la sala al observar que se había sobrepasado el aforo y que la aglomeración en la puerta de la discoteca podría ocasionar un serio problema. De hecho, cuatro chicas y un muchacho resultaron con heridas leves en una avalancha, recibieron asistencia en el hospital y recibieron alta horas después.

Sobre el asunto que más preocupa a quienes no pudieron entrar o fueron desalojados, Rebel Bingo asegura en su nota que "ya se ha procedido a las devoluciones de las entradas. Los que aún no hayáis obtenido la devolución por favor poneos en contacto con nosotros vía correo electrónico especificando tu punto de venta en la siguiente dirección: cordoba@u-e.es" y achaca la tardanza de este anuncio "al proceso de gestión para garantizar las devoluciones".

La mecánica de la organización de la fiesta consiste en que los compradores de las entradas reciben unas horas antes un SMS en su teléfono móvil desvelando el sitio de la celebración. De esta forma, y al objeto de determinar el lugar, la Policía Local visitó por la tarde varias discotecas.

En concreto, una patrulla acudió a la Podium pasadas las 20.00 horas y no observó actividad alguna, según informó a este periódico el portavoz del cuerpo municipal de seguridad. Tampoco hubo comunicación oficial alguna ni por vía escrita ni por internet, sobre la celebración. Una patrulla vigilaba estas instalaciones y sobre las 23.00 horas comenzaron a llenarse los aledaños de jóvenes que portaban bebidas. En una nave contigua, sin medidas de seguridad, se cobraban tres euros por entrar y cuando hubo unas 200 personas se procedió a su desalojo.

La fiesta se hizo con la sola licencia que tiene la discoteca para albergar a 989 personas, aunque se encontraron 1.139 entradas en dos cajas de difícil localización.