La crisis no solo ha reducido los ingresos de las cofradías y las ha obligado a reforzar su trabajo en la asistencia, también ha frenado la incorporación de jóvenes cofrades y el relevo generacional.

Si todos reconocían que las cofradías eran el único movimiento asociativo cordobés pujante, gracias a la incorporación en masa de jóvenes los últimos años, el paro y la falta de recursos, que afectan principalmente a este sector, ha parado el ritmo de ingresos juveniles. Este efecto puede explicar la catástrofe (al final no fue tanta) que se temía el hermano mayor de La Paz, Manuel Quirós, que esperaba un millar de bajas entre sus hermanos. Hay que recordar que La Paz ha sido los últimos años el buque insignia de la incorporación de jóvenes al movimiento cofrade cordobés, y que en sus filas cuenta con familias enteras a las que pagar las cuotas de varios se hace mucho más cuesta arriba. Aún así, cofradías muy ligadas a centros educativos (el Prendimiento con los salesianos o la Santa Faz con La Trinidad) parecen blindadas contra este nuevo problema.