A estas alturas de la crisis, informar sobre la situación de penuria en la que viven miles de familias de nuestro alrededor puede parecer reiterativo, una opción prescindible que contribuye a potenciar la depresión nacional. Es posible, pero hay que insistir. Conviene no olvidar que la prima de riesgo es solo un número y que los efectos de los datos macroeconómicos afectan a miles de seres humanos. La información no cura, pero sí motiva. Contra la depresión, solo cabe la reacción.