En una comunidad con una tasa de desempleo que roza ya el 36% y con más de 1,4 millones de personas sin trabajo, el paro es sin duda la mayor preocupación ciudadana. Lo es para el 89,6% de los entrevistados en el Barómetro Sociopolítico de Andalucía. La corrupción escala ya al segundo puesto en la lista de preocupaciones y, por primera vez, la educación y la sanidad se cuelan entre los seis primeros problemas de la comunidad.

Cinco años de crisis ha dejado un balance desolador en Andalucía. Desde 2007, en la comunidad se han destruido 591.500 empleos, dos de cada tres en el sector de la construcción, y el colectivo más castigado es el de los menores de 35 años. El 15,4% de los hogares andaluces (457.200) tiene a todos sus miembros sin trabajo. De ellos, 108.200 hogares no cuentan con ningún tipo de ingresos. Con este panorama, casi el 90% de los encuestados considera que el paro es el problema más grave de Andalucía. Es la respuesta que dieron mayoritariamente los entrevistados.

CORRUPCION El segundo problema en la lista es, por primera vez, la corrupción, que señalaron el 23% de los andaluces. La primera semana de febrero estalló el caso Bárcenas, el extesorero del PP que acumuló 38 millones de euros en cuentas en Suiza y que supuestamente pagó durante años sobresueldos en dinero negro a la cúpula popular. Este escándalo sacude al partido del Gobierno en España y ha generado una enorme contestación ciudadana. En Andalucía, además, continúa la instrucción judicial por el caso de los expedientes de regulación de empleo fraudulentos pagados por la Junta, conocido como el caso ERE. La corrupción es el segundo problema de la comunidad en todas las franjas de edad excepto en los jóvenes (de 18 a 29 años), que apuntan a la crisis económica y la educación. Los ciudadanos que votaron al PSOE en las últimas autonómicas del 25 de marzo de 2012 tampoco señalan la corrupción entre las tres primeras preocupaciones de la región.

RECORTES SOCIALES Junto a la corrupción es significativo que el quinto problema de Andalucía sea para el 13,9% de los entrevistados la clase política. El Barómetro coincide con los últimos sondeos publicados, que constatan la desafección hacia la política y que cada vez hay un mayor divorcio entre los políticos y los ciudadanos. Al margen de ello, la crisis económica continúa en el tercer puesto de las preocupaciones de los andaluces (17,7%) y por primera vez la educación y la sanidad se cuelan en los seis primeros puestos del ranking. Los recortes llevados a cabo por el Gobierno central en educación y sanidad públicas han sacado a las calles a miles de andaluces y españoles en el último año y medio. A la gente le inquieta la pérdida de derechos sociales pero, paradójicamente, solo el 1,6% de los encuestados ve los recortes como un problema grave de Andalucía.

En la lista queda plasmado otro drama social que no parece tener fin: los desahucios. Andalucía, con 45 desalojos al día, es la comunidad más castigada, y esa lacra se refleja también en este sondeo. Los desahucios son ya el séptimo problema de la región. Los datos del Barómetro revelan que los problemas de la comunidad coinciden con los que más afectan personalmente a los andaluces. El 45,9% sufre el paro o le toca muy de cerca, porcentaje que se eleva hasta el 52,3% entre los ciudadanos de 30 a 44 años y al 57,1% entre los votantes de IU. La crisis es la segunda preocupación personal de los encuestados y le siguen sanidad y educación.

MEDIDAS CIUDADANAS Los ciudadanos tienen muy claro que si tuvieran la hipotética oportunidad de gobernar la comunidad, su primera actuación prioritaria sería fomentar la creación de empleo. El 52,3% de los entrevistados dio esta respuesta sin vacilar. A bastante distancia quedaría la segunda de las opciones: tomar medidas para atajar la corrupción (8,5%). La tercera actuación que llevarían a cabo los encuestados si pudieran gobernar sería recortar altos cargos y los sueldos de los políticos. A pesar de que desde que comenzó la crisis los políticos y cargos públicos han disminuido sus salarios, los ciudadanos, azotados por el paro y los recortes, ven insuficiente el gesto de sus representantes políticos y el 6,5% les bajaría aún más la nómina.