No hubo que llamar a la ambulancia, pero lo que habrá de habilitarse desde ahora es una línea de autobús que discurra desde Capitulares a la Audiencia, pues va a haber mucho trajín municipal por esta senda y en la zona de los juzgados es difícil aparcar. Ayer en el Pleno se anunciaron querellas y denuncias. La primera la comunicó el alcalde, José Antonio Nieto, cuando avisó a Francisco Tejada (IU) y a Emilio Aumente (PSOE) de que hoy los llevará al juzgado por decir que el proyecto turístico presentado por la promotora Tremón en Urbanismo es un "pelotazo urbanístico" y "un robo".

La segunda visita a la Audiencia será para llevar a la Fiscalía las declaraciones de Rafael Gómez sobre supuestas "reuniones clandestinas" que dice que tuvo con Rosa Aguilar y Andrés Ocaña para resolver el problema de la construcción irregular en Colecor y en la Carrera del Caballo. Ya van dos.

La tercera va a ser cuando se dirima en el juzgado (estaba previsto para mañana un juicio rápido pero se ha suspendido) la denuncia presentada por el concejal díscolo de UCOR, Carlos Baquerín, contra el concejal oficialista de UCOR Juan Miguel Alburquerque y contra un colaborador de Rafael Gómez por supuestos insultos y agresión, respectivamente, en la mañana del pasado viernes cuando los cinco concejales de UCOR fueron convocados para retirarle el sueldo a la disidente María José López de la Bastida.

Luego vendrán la cuarta, quinta, sexta, séptima, y así sucesivamente, visitas al edificio de Conde de Vallellano para dar solución a las discordias que tienen enfrentados a oficialistas y críticos en Unión Cordobesa.

Así que ya ven cómo está el patio en Capitulares, soliviantado y alterado en unas relaciones políticas que tienen, de momento, difícil arreglo, y en las que además poco ayudan las histriónicas declaraciones de Gómez, que cuando toma el micrófono dispara contra todo lo que se mueve. Ayer, en su línea habitual, advirtió al personal que con él "solo acabarían de 40 balazos en la cabeza", ni uno menos, porque, según dijo, "es la única manera de acabar conmigo y con Unión Cordobesa". "El gladiador de los billetes", como él mismo se denomina, volvió a insistir en que las mociones que se llevan al Pleno "son pegos y tonterías", se comparó con Jesucristo, relató que un preso le había confesado que es un ídolo en la cárcel "en la que solo se habla de mí y de mi trabajo", se encaró y faltó a Tejada (al que llama señor Tejadita), del que dijo que "no ha hecho nada por la ciudad", se negó a rectificar y mantuvo que los funcionarios del servicio de Recaudación perciben, además de su sueldo, sobres por cobrar multas, y volvió a meter a Aguilar y a Ocaña en otro follón cuando dijo que había negociado con ellos el pago de impuestos y multas por la urbanización de la Carrera del Caballo entregando al Ayuntamiento los Baños de Popea y los cines de verano Fuenseca y Olimpia, acuerdo que --ha dicho en varias ocasiones-- se fue al traste "porque querían verme a mí y a mi familia recogiendo cartones".

El famoso Pleno de la multa, que tanta expectación había levantado, se desinfló como un globo, aunque el gladiador mantuvo su línea desde el primer minuto con la intensidad que acostumbra. Sus intervenciones ya no hacen gracia al resto de sus compañeros de la Corporación, que ni siquiera ponen cara de vergüenza ajena, sino que empiezan a expresar su hastío por un discurso en el que tarde o temprano arremete contra alguien. Ni el secretario se molesta ya en pedirle que atempere su lenguaje, del que está desterrando los tacos, que suple con expresiones tales como "aquí nos sentamos (en el Pleno) a darle la bienvenida a los cigarrones".

En cuanto al posible enfrentamiento con Baquerín, nada hubo, miradas aparte. Este se ausentó de la sesión cuando se debatió sobre los grandes morosos, para dejar claramente en evidencia la presencia de Gómez en un tema que le concernía.