La consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés (IU), abrió el acto con una petición, que el casco histórico de Córdoba, en el que destaca la zona inaugurada, no se convierta "en un decorado y en un parque temático, debe estar siempre lleno de vida, de pulso, de latido ciudadano", además de ser un espacio para el paseo y el aprendizaje por su carga histórica. Cortés dijo que "esta intervención está al servicio de quienes habitan en el entorno, quienes desarrollan su actividad en él". Y no solo eso, ya que "este enclave se convierte en el mejor de los atrios, en el zaguán que atiende al forastero, al invitado, al viajero, donde se le atiende y explica, donde se le abre la puerta e invita a adentrarse en la ciudad que será su casa". La consejera subrayó la relación entre Córdoba y el río, que debe ser "algo más que un accidente geográfico, una defensa o una frontera". A su juicio, y tras esta intervención, el "río ya no pasa por Córdoba, la cruza, forma parte de ella, le tiende puentes y acerca sus barrios".

La consejera, que no olvidó al delegado provincial de la Junta que participó "desde el comienzo y hasta casi el final" en el plan de actuaciones, Francisco García, el antecesor de la actual delegada, Marisantos Córdoba, expresó su deseo de que este enclave "sirva para provocar el mejor de los conflictos, que quienes nos visitan intenten resolver la duda entre el deseo de volver y la intención de quedarse".