Si en diciembre era raro que la Junta no inaugurara una obra acabada desde noviembre, tremendamente importante y mayoritariamente aplaudida, ahora resulta más incomprensible aún el debate que se ha generado en torno a la misma y al traspaso del centro de visitantes. Después de meses de negociación y silencio, Junta y Ayuntamiento se pasan la pelota dando pie a una situación confusa que se hubiera evitado si ambas hubieran sido claros desde el principio.