Todo empezó con una queja de la responsable de Movilidad del Ayuntamiento y presidenta de Aucorsa, Ana Tamayo, por el retraso en la apertura al tráfico del tramo de Ribera recién arreglada por la Junta y se ha convertido en un pulso entre las dos administraciones, que se culpan mutuamente de una demora que podría llegar a su fin el lunes 28, fecha que se baraja para la inauguración oficial y para el traspaso del centro de visitantes. Todo se ha complicado a raíz de las declaraciones del jueves del delegado de Vicepresidencia de la Junta, Pedro García (IU), que desvió el atasco existente a que la Junta quiere una Ribera peatonal, sorprendiendo a todos, ya que la Junta diseñó la obra con un pavimento y otros elementos pensados para un uso semipeatonal y el gobierno local del PP decidió hace un año permitir el paso del transporte público. La delegada de Fomento de la Junta, Marisantos Córdoba (IU), se vio obligada ayer a desdecir a García y recordar que las competencias en transporte urbano y movilidad son del Ayuntamiento. Pero aprovechó para insistir en algo que la Junta ya había dado a entender la semana pasada, que "ha hecho sus deberes" y que la apertura de la Ribera --abierta desde noviembre para peatones y bicicletas-- "está en manos del Ayuntamiento", al igual que la recepción de centro de visitantes, operaciones que van ligadas desde hace meses.

Sin embargo, el Ayuntamiento no lo ve así. Ana Tamayo dijo que el Consistorio no tiene ningún documento que indique que las obras de la Ribera han acabado y que está a la espera de los informes técnicos de la Junta para la recepción formal de esa obra, porque si la apertura dependiera del Ayuntamiento, "mañana mismo lo abriría". Tanto la delegada de Fomento, como la del Gobierno, Isabel Ambrosio (PSOE), respondieron después que el Ayuntamiento no tiene que recibir ningún informe sobre las obras de la Ribera y que, por el contrario, la Junta es la que está a la espera de uno de Urbanismo que dé el visto bueno a la subsanación de deficiencias realizada en materia de accesibilidad en el centro de visitantes.

Al margen de las dificultades de agenda que haya habido para organizar una inauguración oficial con la presencia del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en la demora ha influido el tira y afloja de las dos administraciones para lograr sus fines. Por un lado, el Ayuntamiento, que según las fuentes consultadas no tiene prisa en poseer el centro por el problema económico que le plantea, quería asegurarse de que la Junta dejaba resueltos los problemas de accesibilidad del edificio antes del traspaso. Por otro, la Junta, a la que no le hace gracia que en la gestión del edificio entre la iniciativa privada, no quería soltar la Ribera hasta que el Ayuntamiento no recepcionase el centro. Además, pretende firmar con el Ayuntamiento un convenio que garantice que en seis meses estará equipado y abierto.