Caen los ingresos de las familias, con el 31% de los andaluces por debajo del umbral de la pobreza, e inevitablemente caen las ventas de las empresas, que deben buscar nuevas vías. En agosto, el Instituto de Estadística de Andalucía registraba caídas entre el 3 y el 5,6% en las ventas del comercio al por menor, un descenso que no es tan grande para los productos alimenticios, cuyas ventas bajaron un 0,9%. También las grandes superficies retrocedieron un 2,7% para el conjunto de sus productos y un 1,52% en alimentación.