El Gobierno se aferra a que la destrucción de puestos de trabajo se está moderando y está alcanzando una "estabilidad" que podría apuntar al "inicio de una fase de moderación en la destrucción de empleo", según el Ministerio de Economía. En todo caso el secretario de Estado, Fernando Jiménez Latorre, reconoció que aún hay "elementos de incertidumbre fuertes", por lo que evitó hacer una previsión de empleo. Lo que es evidente es que la EPA del tercer trimestre se ha cargado la previsión del Ejecutivo para todo este año, que situó la tasa de paro en el 24,6%.

Para los sindicatos y la gran mayoría de los partidos de la oposición la encuesta pone a las claras que las políticas de ajuste han fracasado y que la reforma laboral acelera la destrucción de empleo. Es una más de las "demasiadas señales que indican que hay que cambiar de rumbo", advirtió el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.

Los resultados de la EPA son "malos sin paliativos", según Toxo, y combinan, por una parte, una "aceleración" de la destrucción de empleo por el efecto de la atonía de la economía y el impacto de la reforma laboral, y, por otro, la caída de la población activa "en goteo persistente".

Pese a que el Ejecutivo espera los brotes verdes del empleo para finales del 2013, aplazando así en 365 días lo que auguraba en octubre del 2011 cuando estaba en la oposición, la sombra del rescate es alargada y existe el convencimiento de que traerá más austeridad dañina.

UGT ha pedido al Gobierno un plan de estímulo a la creación de empleo con participación de los poderes públicos y sociales. Con esta medida de choque se debería buscar la creación de puestos de trabajo en sectores en desarrollo como la economía verde y la tecnología en los que se pueda "crecer de forma sostenida y equilibrada".