Córdoba es de las provincias que más siente en sus carnes la definición que hizo ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de los Presupuestos Generales del Estado para el 2013: "Son unas cuentas de austeridad y ahorro", sentenció. El documento económico para el próximo año refleja una inversión de 78 millones de euros para Córdoba, una partida que supone un descenso del 4,2% respecto al ejercicio anterior y que marca un nuevo suelo en la tendencia a la baja que experimentan las inversiones año tras año en la provincia desde el 2007. El descenso más notorio se produjo en los presupuestos del 2012, cuando la cantidad destinada a Córdoba pasó de 155 millones a 81,4. Este año no solo no se pone una tirita en esa herida, sino que se ahonda aún más en ella con un nuevo bocado en las partidas.

La provincia cordobesa se sitúa así a la cola en el conjunto de Andalucía, solo superada por Huelva como territorio más castigado por los recortes que el Ejecutivo de Rajoy ha impuesto para el 2013 en un contexto de contención generalizado. El anteproyecto de PGE recoge una inversión de 61,6 millones de euros para Córdoba por parte del Estado y de sus organismos autónomos, mientras que las sociedades mercantiles dejan un chispeo de 16,3 millones de euros, una cifra infinitamente lejana a la lluvia de millones que cae en el resto de provincias andaluzas por este mismo concepto. Como ejemplo, la segunda provincia que menos recibe por parte de las sociedades mercantiles es Huelva e ingresa 46,641 millones, un 65,1% más que Córdoba. Además, este anexo de inversiones se reduce en la provincia este año respecto al ejercicio anterior, pasando de 26,2 millones en el 2012 a los 16,3 actuales.

Una primera lectura de los tomos que el ministro Montoro presentó ayer al presidente del Congreso, Jesús Posada, arroja una reflexión muy clara: son unos presupuestos con unas escasísimas, por no decir nulas, nuevas inversiones y centrados en el mantenimiento y conservación de actuaciones ya existentes que nada tienen que ver con iniciativas palpables por el ciudadano. Además, se caracterizan por dejar atrás proyectos muy esperados a los que no dedica ni un solo euro, como es el caso del tramo norte de la variante Oeste (carretera del Aeropuerto a la de Palma) o la variante de Los Visos, que unirá la autovía A-4 y el Puente de Andalucía. Tampoco se refleja nada para el edificio del Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía, que tiene un coste de 2,6 millones.

No obstante, una iniciativa que sorpresivamente ha quedado también fuera del anteproyecto es el centro de congresos. El Senado aprobó en junio pasado una enmienda a los PGE del 2012 con una partida simbólica de 1.000 euros ya con el cambio de denominación, lo que suponía un reconocimiento al centro de convenciones y exposiciones que promueve el gobierno municipal en el Parque Joyero frente al centro de congresos de Miraflores. Ahora no hay ni un solo euro ni para un proyecto ni para el otro, todo ello además con el hándicap de que hay que dilucidar cómo se gestiona el dinero ya ingresado por el Gobierno al Ayuntamiento.

El Aeropuerto, que durante años ha acaparado buena parte de las inversiones del Estado para la provincia, se queda en esta ocasión con 1,2 millones de euros destinados a abastecimientos energéticos e inversiones de apoyo y mantenimiento. Las instalaciones están más en el aire que nunca después de la reducción de actividad y a pesar de que la pista está terminada y a la espera del soterramiento de líneas eléctricas.

En carreteras, el proyecto de enlace y variante de la ronda Sureste de Córdoba recibe una partida prácticamente testimonial de 500.000 euros en un proyecto global que cuesta 49 millones y que debe finalizar en el 2015. También hay inversiones mínimas para la duplicación de la Badajoz-Granada (el tramo Alcaudete-Luque recibe 3.000 euros) y para las variantes de El Viso, Alcaracejos y Santa Eufemia, con 15.000 euros para las dos primeras y 12.000 para la última.