Los presupuestos del Estado para el 2013 que ayer presentó el Gobierno son un reflejo de la situación económica de España: absoluta excepcionalidad. El brutal incremento de la deuda que emite el Estado para financiar el déficit y el fuerte alza del gasto en pensiones, sumados a las imposiciones europeas de recortes, tienen atado de manos al Ejecutivo.

No son, empero, las cuentas más austeras. Esa triste suerte le corresponde a las de este año, en las que el ajuste fue de más de 27.000 millones de euros, mientras que el del próximo será de unos 13.000 millones. Todo ello para cumplir con los socios comunitarios y lograr que el déficit del Estado pase del 4,5% en que el Gobierno asegura que acabará este año al 3,8% comprometido para el 2013 (son unos 700 millones menos, pero el ajuste ha de ser mayor por la continuada caída de la economía).

Los intereses de la deuda son el capítulo que más crecerá en volumen. El peso de esta sobre el PIB superará "claramente" el 80%, lo que supondrá un incremento de los pagos a los acreedores del 33,8%, hasta los 38.590 millones. Son casi 10.000 millones más que en el 2012 y esta subida prácticamente absorbe el ajuste e iguala el alza de la recaudación del IVA y el recorte al gasto de los ministerios. El aumento responde al mayor volumen de deuda, no a los intereses, que Hacienda ha calculado que seguirán igual aunque "no se resigna a no bajarlos".

MAS A LA SEGURIDAD SOCIAL La decisión del Gobierno de que las prestaciones no contributivas se paguen con los presupuestos y de elevar las pensiones un 1% (más la inflación de noviembre, salvo cambio de última hora) también impacta en las cuentas. La aportación a la Seguridad Social sube al 74,9%, hasta los 15.554 millones, 6.662 más que este año. Además, el Estado tendrá que recurrir a la hucha de la pensiones en 3.063 millones para pagar las jubilaciones.

Los ingresos del Estado crecerán en 3.123 millones, hasta los 124.044 millones. Las fuertes subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno (IVA, IRPF, pagos fraccionados de sociedades...) deberán compensar el efecto de que la economía continuará en recesión (0,5% de caída, según el Gobierno). Precisamente, el mayor incremento se producirá en el IVA, que aportará 6.364 millones de euros más que en el 2012 pese a la prevista caída del consumo. Los impuestos especiales también darán 1.428 millones más, lo que anticipa la aprobación de impuestos medioambientales que anunció el presidente Rajoy y el incremento del impuesto sobre hidrocarburos para armonizarlo con Europa.

Las novedades serán un gravamen del 20% para los premios de loterías que superen los 2.500 euros, una tasa del 5% para las empresas que actualicen sus balances y la prorroga del impuesto sobre el patrimonio.

El gasto del Estado, por su lado, ascenderá un 5,6% y 8.933 millones, hasta los 169.775 millones de euros (164.822 millones excluidos algunos efectos contables, que restados a los 124.044 millones de ingresos dan un déficit de 40.778 millones: el 3,8% del PIB).

El ajuste más fuerte, con todo, es el que se anunció el pasado julio sobre la prestación de desempleo (5.746 millones de ahorro, parte del cual se computa ya en el 2012). Además, los funcionarios verán congelado su sueldo un año más, aunque recuperarán la paga de Navidad.

CARTAS EN LA MANGA Las alzas de impuestos permitirán al Estado ingresar 120.921 millones este año, lo que le da un margen de 1.688 millones para afrontar imprevistos en el déficit. Montoro, de hecho, aseguró que el conjunto del Estado cumplirá este ejercicio "sí o sí" su compromiso de reducir el desfase de las cuentas públicas del 8,9% al 6,3%.

El ministro también defendió la previsión de caída de la economía del Gobierno para el 2013, mucho más optimista que la del mercado. "No es que un presupuesto nazca de un escenario económico, sino que trata de influir en él", justificó.