Manolete salta hoy a la arena y no lo hace por la puerta grande. La película de Andrés Vicente Gómez, que nació con aires de superproducción con un presupuesto de 11 millones de euros que luego se convirtieron en 21 millones, llega a las salas españolas seis años después de su rodaje y tras haber estado sometida a los más diversos avatares, contribuyendo así al halo de cinta maldita que ya le acompaña.
No habrá promoción, ni alfombra roj a , ni photocall, ni rastro de Adrien Brody ni Penélope Cruz. El biopic que relata los últimos años de la vida del matador cordobés se asoma de puntillas a 75 salas españolas, y Córdoba, donde sólo se podrá ver en los cines El Tablero, lo espera con recelo. Son muchos los reproches que la familia, los amigos y los expertos en la figura del diestro de Santa Marina hacen al largometraje, del que ya han circulado numerosas copias antes de su estreno. El primero de ellos es que advierten que el Manolete que se recrea en la pantalla es pura ficción. “No tiene nada que ver con él”, lamenta Rafael Soria Molina, Lagartijo, sobrino del torero, quien es rotundo al calificar la película: “Es una canallada ” , sentencia. Son varios los argumentos que esgrime dicho familiar para sostener este ataque al filme, aunque el más contundente y compartido por todo el entorno del matador es que la productora no ha acudido a quienes de verdad conocían a Manolete para hilar la historia. “Ni nos han preguntado; de hecho, en su día no sabíamos ni que estaban rodando la película”, mantiene Lagartijo, hijo de Dolores, la hermana mayor del torero. A su juicio, los responsables de la cinta sólo se han dejado llevar por el morbo y han obviado que Manuel Rodríguez Sánchez ha sido uno de los más grandes que ha dado la historia del toreo en este país.
Después de algunas imágenes reales del diestro, la película arranca con el torero postrado en una cama recreando una escena de sexo con Lupe Sino, desayunando una raya de cocaína y, con una pistola en la mano, intentando matar a la que era su amante, que le había dejado escrito un mensaje con carmín en el espejo en el que aludía a su escasa pericia sexual. “Solo quieren denigrar su imagen, y no lo podemos consentir”, comenta su sobrino, quien, sin embargo, no contempla medidas legales contra la obra. “Ya en su momento nos las desaconsejaron y ahora, con la película ya hecha, no tienen sentido”, afirma, con resignación, Rafael Soria Molina. Rafael Sánchez González, bibliógrafo taurino, es el único que asegura que la productora se puso en contacto con él para preguntarle algunas cosas del diestro, “pero denegué la oferta de colaborar con el guión porque comprendí que no querían hablar del torero, sino destacar el morbo de su vida personal, con sus mentiras y sus verdades”, manifiesta. El hilo conductor de la película es la relación de Manolete con la actriz Antonia Bronchalo, conocida como Lupe Sino, una unión que se relata como tormentosa. La mujer queda reflejada como una aprovechada, que frecuentaba otros hombres y que era afín a la izquierda política. Según el guión, ni la madre ni el entorno del matador la aceptaban. Este perfil es compartido por el grupo de amigos y conocidos del torero consultados por CÓRDOBA, si bien los estudiosos y aficionados coinciden en afirmar que lo que hubo entre ambos fue amor. Cuestiones amorosas aparte, Rafael Salinas González, uno de los amigos de juventud de Manolete, hace hincapié en que “hay que defender la honestidad y el prestigio de un hombre inigualable, dentro y fuera de la plaza”.
La película, sostiene, “es un disparate” que se basa “en el morbo y la mentira olvidando a la gran persona que era Manolete”. A su entender, “podrían haber hecho una cosa grande si nos hubieran preguntado sobre él a los que le conocíamos”. José Luis Sánchez Cuevas, hijo de José Luis de Córdoba, quien fuera biógrafo y gran amigo del matador, insiste en que el Manolete que puede verse en la pantalla no tiene nada que ver con la persona. “Que no hayan preguntado a su entorno para hacer la película es una gran laguna, pero otra es que no se haya rodado en Córdoba, su ciudad, con la de rincones que recuerdan a él en esta tierra”, lamenta. Las escenas están filmadas en Alcoy, Alicante, Jerez, Puerto de Santa María y Cádiz. En su día, la productora aseguró que rodaría en la capital, pero finalmente el equipo no se trasladó y optó por recrear el casco histórico cordobés en tierras gaditanas. “Hubiera costado lo mismo hacer la película bien que mal“, reflexiona Rafael González Zubieta, el Zubi, quien también coincide en que se ha intentado buscar detalles morbosos de la vida del torero “sin saber si son verdad o mentira”. No obstante, este investigador tiene claro que “contra el mito de Manolete no puede nadie”.
El Zubi es uno de los que sostiene que Manolete estuvo profundamente enamorado de Lupe Sino y, tras hablar con familiares de la mujer, insiste en que tenían pensado casarse en Barcelona e irse a México poco después de la fatídica tarde de Linares. “No la querían porque con ella, que le abrió los ojos al torero, se les acababa a muchos la gallina de los huevos de oro”. Ladislao Rodríguez, Ladis, gran aficionado taurino, opina que la película “no aporta nada sobre el mejor torero que ha habido en todos los tiempos; sólo quiere escarbar en aspectos escabrosos y nos habla de un mundo que no tiene nada que ver con él”. La cinta, concluye, “anda en el filo de la navaja”.