Xavi Hernández espera más de sí mismo, mucho más. Sobre todo poque siente que puede ayudar a sus compañeros en mayor medida de lo que lo ha hecho hasta ahora. Mira a la final de esta noche como la gran oportunidad para reivindicar su liderazgo en un equipo que debe mucho a su inspiración y a su visión de juego.

"Me hubiese gustado quizas ser más trascendente en los partidos jugados hasta ahora, pero no siempre puede ser", dijo ayer en rueda de prensa el cerebro barcelonista, pese a que sigue siendo el mejor pasador del torneo, con 455 centros llevados a buen término de 533 intentados (85 %). Su inconformismo volvió a quedar patente cuando expresó con energía que en la selección el espíritu competitivo no ha decaído.

"Tenemos ganas de volver a hacerlo bien, de hacer un gran partido y demostrar que la selección española tiene hambre de seguir haciendo cosas importantes", aseguró Xavi, que tampoco acepta que se les acuse de realizar en los últimos tiempos un fútbol plano y aburrido. "A nosotros no sólo no nos aburre nuestro juego, sino que nos lo pasamos muy bien. Tenemos un estilo definido, una filosofía muy buena. Priorizamos más el talento que la fuerza física y el aficionado se siente plenamente identificado con nosotros. Disfrutamos nosotros, disfruta la afición y disfruta la gente del fútbol. No se puede pedir más", añadió el jugador del Barça, que no quiso aclarar si estará en el Mundial de Brasil: "Voy a esperar a ver cómo me siento. De momento me siento bien".

A Xavi ni le aburre el juego de España ni le puede aburrir ganar siempre. "Es ideal, estamos en un escenario magnífico y fantástico para seguir haciendo historia. Todo es importante. No todos los días se llega a una final, vamos a intentar disfrutarla", señaló el jugador azulgrana, que celebró otra vez haber tenido la suerte de formar parte del Barça y de la selección: "Se han juntado jugadores que disfrutan y estoy muy contento de que el fútbol tienda ahora a que la gente quiera jugar más al ataque".