Estaba prohibido pronunciar la palabra y casi lo logran. El periodista Jesús Vigorra condujo ayer la entrega de los Cordobeses del Año proponiendo que no se mencionase "la que está cayendo", por lo que la mayoría de las autoridades y los premiados intervinieron en el acto sin nombrar de forma directa la crisis, algo que parece que tampoco les costó demasiado, porque la noche en sí era de alegría. El trabajo de los galardonados inspiraba optimismo y el reto de la designación de los patios como Patrimonio inmaterial de la humanidad contagió a los asistentes de la ilusión por el futuro.

El 2016 fue recordado como una decepción superada y los representantes institucionales reconocieron el esfuerzo que se realiza en estos recintos tradicionales, por lo que el alcalde, José Antonio Nieto, señaló que "espero que el trabajo dé su fruto". Los cuidadores tuvieron voz a través de los presidentes de Claveles y Gitanillas, Leonor Camorra, y Amigos de los Patios, Miguel Angel Roldán, que recibieron una de las distinciones.

Por su parte, la directora de Cáritas Diocesana, María Dolores Vallecillo, reclamó la colaboración ciudadana para mejorar la situación de quienes sufren. Un mensaje que conectaba con el de Manuel Gracia, presidente del Parlamento, que aseguró que "la batalla la vamos a ganar nosotros como personas". También intervinieron en la gala el resto de los premiados, que fueron Pedro Galisteo, director de Producción de Infrico; Angel Casares, gerente de Fotograbados Casares; Francisco Torrent, presidente honorífico de Aceitunas Torrent; Esteban Monserrate, director de Preshco; Carmen Azaustre, de la Institución Teresiana, y la poetisa Juana Castro. El evento contó con los directos de Medina Azahara y O' Sister!.