La crisis ha enfriado dos proyectos emblemáticos, la torre de 14 plantas que Ñ XXI iba a construir en la glorieta Amadora y la prevista por la Junta para sus delegaciones provinciales de 16 pisos en Noreña. El de la Junta lleva más de un año parado y a la espera de que esta defina su futuro. Por ahora, no ha aclarado en qué fase está ni qué será de él.

El inicio de la torre de Ñ XXI estaba planificado para final del 2008 y su culminación para el 2011 pero se vio afectada por el procedimiento concursal en el que estuvo inmerso el grupo y que ha acabado en su disolución. Sin embargo, el proyecto del arquitecto Rafael Castelló sigue vivo y en manos de Cajamar, que no descarta impulsarlo, aunque no a corto plazo. Sus planes son llevar a cabo la primera fase de las viviendas anexas mientras continúan las conversaciones con posibles interesados en reflotar el proyecto. Aunque en un principio su uso sería hotelero y de oficinas, en el 2009, Ñ XXI aún negociaba con varias cadenas hoteleras el destino de la torre y no descartaba una modificación si cuajaba un acuerdo con una cadena internacional que necesitaría todo el espacio e incluso parte de la parcela de viviendas, 10.000 metros en vez de 7.000. Si no, otra opción eran despachos y apartamentos. Se llegaron a iniciar los dos sótanos y las catas para los bloques de viviendas, en los que se emplearon 3,5 millones, trabajos que quedaron parados hasta ver el destino del vértice de la parcela, donde va la torre. Pero en el 2010, el grupo inició el proceso concursal y su declive. Hace dos años, Cajamar se quedó con la parcela de la torre y de las viviendas.

El director territorial de Málaga y Córdoba de Cajamar, Ildefonso Pastrana, asegura que la torre "no se descarta siempre que aparezca alguien que tire de ella", un "grupo con capacidad e ideas y un plan de negocio viable". El gerente de colectivos de Cimenta 2, sociedad de Cajamar, Fernando Alonso Morales, añade que "hay alguna firma especializada en el mercado de oficinas que estudia su desarrollo y está analizando el mercado y las posibilidades de venta del producto", por lo que "escuchamos todas las propuestas dirigidas a autónomos y profesionales que quieran implantarse". Reconoce que está "en una fase inicial del estudio de viabilidad". No se descarta ni su uso como oficina ni el hotelero, "que es otra alternativa, ha habido interés por un grupo pero no acaba de concretar el momento adecuado para la inversión". Admiten que en su desarrollo influirá la ejecución de la Ciudad de la Justicia, foco de atracción para la zona junto al Hipercor. El propio Castelló espera que "en un futuro no lejano se construya" la torre.