La tramitación de las torres de Ñ XXI y de la Junta han corrido caminos paralelos. Las dos se fraguaron en los mejores años de una década prolífica en proyectos. Las dos abrieron un debate que ya había iniciado el Grupo Prasa cuando sugirió construir sobre el antiguo Meliá su Ojo del califa , un hotel de cinco estrellas, trece plantas y 45 metros que no cuajó por el impacto que provocaría en una zona consolidada. Las dos ganaron la partida al lograr el visto bueno de Urbanismo, aunque, su singularidad ha contribuido a que su tramitación no haya sido fácil ni corta. Ambas se han visto truncadas por la crisis, que las ha aparcado sine die .

Desde marzo del 2011, tiene la Junta despejado el camino para iniciar la licitación del edificio de 56 metros y 16 plantas ideado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra en el 2006 para albergar cinco delegaciones provinciales y a más de 1.100 funcionarios. En ese momento, y tras dos años de trámites, Urbanismo aprobaba de forma definitiva el plan especial de la parcela de Noreña. La idea de la Junta era sacarlo a concurso de inmediato, incluso se barajó mayo. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido y ahora los anuncios de recortes para nuevas obras hacen temer su inicio. Este periódico ha intentado, sin éxito, conocer los planes más inmediatos para la misma.

Entre los obstáculos que ha tenido que salvar estuvo la exigencia de un estudio de movilidad que tuviera en cuenta las incidencias del proyecto en el tráfico y en los aparcamientos del barrio, ya que no es el único edificio administrativo previsto. La torre iba a compartir espacio con un centro de salud y especialidades ya construido, el primer inquilino de la zona, un centro cívico del Ayuntamiento y el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social. La torre incorpora un párking de cuatro plantas con 303 plazas --más 277 para bicis-- destinado a los funcionarios. Otro de los problemas que se ha encontrado es que tuvo que disminuir las plantas de sótano, que, en principio, eran siete con 749 plazas.

El inicio de las obras se espera desde el 2009, ya que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, siendo consejero de Economía, anunció para entonces la primera piedra y su construcción con la fórmula público--privada, modelo elegido también para la Ciudad de la Justicia, ya adjudicada pero cuyas obras no han empezado.