El origen de los patios, que cada vez tienen mayor impacto económico derivado del aumento de visitantes, no se debe olvidar. Y eso es lo que reivindicó el presidente de Calma Ingenieros Consultores, Francisco Martín, en la presentación del estudio en el que ha colaborado también la profesora de la Escuela de Estadística de la Universidad Complutense de Madrid Juana María Alonso Revenga.

Los patios son algo más que ese recinto lleno de flores que embelesa al visitante. Constituyen una forma de vida, una tradición que aspira a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El estudio, que valora iniciativas recientes como la visita a los patios en otras épocas distintas a las dos semanas del concurso, y la reinterpretación realizada por la Fundación Cajasur en el Palacio de Viana, resalta las razones por las que la fiesta merece el marchamo de la Unesco, ya que "son algo único en nuestro país" y "algo vivo" que contribuye "a definir el rostro" de Córdoba. Son, además, una "forma de ser íntimamente relacionada con la manera específica en que las personas y la comunidad conviven e interactúan entre sí y su entorno". Y precisamente esa manera de interactuar fue recordada por Martín Salcines, que rememoró "la gran casa", esa vivienda vecinal que "daba cobijo a una gran cantidad de familias dentro y daba lugar a lazos de fraternidad y amistad entre sus miembros, que se fueron extendiendo", por lo que "ya no bastaba el salón de estar, hacía falta un sitio más amplio". Los vecinos encontraron ese gran salón en un lugar al aire libre, en el patio. Pero "había que adornarlo y para ello, nada mejor que convertirlo en un bello jardín". Y así nacieron los patios, que pasaron de generación en generación gracias a un esfuerzo compartido. "Todas las casas disponían de pozo", recuerda Francisco Martín, "los niños ayudaban a sacar agua" y "los mayores les inculcaban principios de convivencia". A todo esto se unió el placer de pasear por Córdoba. "En eventos extraordinarios, salía un edicto obligando a encalar las fachadas", lo que dio pie después a adornar rejas y balcones, naciendo así otra tradición cordobesa. De esa forma, se empezaron a organizar visitas a los patios y nació el certamen, cuyo origen se remonta a principios del siglo pasado. El "boca a boca" también hizo mucho. Ahora --aseguró Martín Salcines-- "estamos obligados a airear y programar el paradigma, no podemos olvidar el origen de los patios".