Córdoba cuenta con varios proyectos largamente demandados cuyo inicio peligra con los recortes en obra pública anunciados ayer por la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. El tijeretazo de 571 millones que aplicará la Junta tendrá consecuencias en toda Andalucía, donde no comenzarán obras nuevas salvo en casos excepcionales, tal y como dejó claro la consejera. Todo apunta a la red viaria y ferroviaria como principales damnificadas. La Junta tendrá que decir qué proyectos de Córdoba y provincia se verán afectados y, por tanto, verán alejarse irremediablemente ese horizonte de terminación que en época de bonanza se barajaba tan alegremente. De momento, no ha concretado que actuaciones se aplazan. Fomento será la delegación más perjudicada, aunque hay otras que tampoco se libran de este debacle.

Con este panorama, uno de los proyectos que tienen cada vez más complicado su inicio es la ronda Norte, el tramo de cuatro kilómetros que irá de la ronda de Poniente a Fuente de la Salud, donde enlazará con la parte que pretende reanudar el Ayuntamiento. Esta actuación estuvo precedida por polémica hasta que se perfiló un trazado que logró el respaldo vecinal. Fue la gran apuesta de la exalcaldesa de IU y ahora diputada socialista, Rosa Aguilar, en el 2010 cuando llegó a la Consejería de Obras Públicas. Su única salvación podría ser que está programada mediante la fórmula de colaboración público--privada, lo que supone que las obras comienzan sin necesidad de mucha inversión por parte de la Junta, que paga el canon correspondiente a partir de su conclusión. Esa vía de escape pueden tener también la mayoría de los proyectos estancados. Sin embargo, en su contra juega que los trámites previos se están alargando, ya que sigue sin licitar y ni siquiera se han acometido las catas arqueológicas.

El inicio del tramo de 40 kilómetros de autovía del Olivar entre Lucena y Estepa, que está a punto de adjudicarse, podría peligrar también. Del otro tramo, el de Cabra--Luque, pendiente de licitación, mejor ni hablar por ahora, al igual que los 57 kilómetros de otra autovía, la de El Carpio--Torredonjimeno, cuyo estudio de viabilidad está en información pública. En situación similar está el desdoble de la carretera de Palma hasta Almodóvar y la variante de Villarrubia, sin licitar aún. Dentro del casco urbano hay un proyecto, el de la remodelación de la ronda del Marrubial, que tendrá que esperar.

Un futuro incierto aguarda a las actuaciones ferroviarias. El tranvía se da desde hace tiempo por descartado y la red de cercanías sigue siendo un deseo plasmado en distintos planes pero con pocos visos de realidad. La recuperación de la línea Córdoba--Almorchón es una vieja aspiración que no deja de ser eso y aún queda por despejar qué pasará con la ampliación de la estación del Higuerón y su conexión con el parque logístico.

Los recortes pueden ser una traba para el inicio de las obras de varios edificios. El más avanzado es la Ciudad de la Justicia, que ya está adjudicado. Sigue pendiente la ampliación del hospital Reina Sofía, licitada pero sin adjudicar. Otro proyecto que se ve cada vez más lejano es el de la torre de Poniente.

Pero hay más incógnitas. Aunque en principio ayer solo se habló de que no habrá obras nuevas, con la crisis actual es imposible no preguntarse qué pasará con las ya iniciadas y que no han terminado. La capital tiene varios ejemplos. Uno es la reurbanización de la Ribera, que se ha encontrado de nuevo con problemas económicos a un mes de su terminación, que han conllevado otro parón en las obras. Otro es la travesía de Villarrubia, que ya empezó con problemas. También están el centro de visitantes de la Mezquita, casi acabado desde hace un año pero sin uso aún; el C4 y el centro de salud de Noreña, edificios muy avanzados, aunque está demostrado que no se pueden lanzar las campanas al vuelo.