El PSOE se apresuró ayer a descartar un pacto para aupar al PP a la Junta. La consejera de la Presidencia en funciones, Mar Moreno, aseguró que la "preferencia" del secretario general del PSOE-A y presidente andaluz, José Antonio Griñán, es "apostar por el entendimiento entre las fuerzas progresistas" sin que ello suponga "excluir del diálogo político y parlamentario" al PP como "fuerza más votada". "La lectura que hacemos de las urnas nos indica claramente la preferencia de los andaluces. Vamos a apostar por un entendimiento entre las fuerzas progresistas porque hay dos millones de andaluces que han votado progresista y un millón y medio que han votado conservador", reiteró. Ahora empieza una complicada negociación entre socialistas e IU para formar un gobierno de coalición, un proceso que no estará exento de trabas.

Pese a la dificultad del pacto, los socialistas están eufóricos por haber frenado contra todo pronóstico la marea conservadora. "Los resultados han sido antológicos", afirmó Mar Moreno. Entre las causas del chasco del PP en las urnas está la alta abstención, que por primera vez ha perjudicado a la derecha, la campaña de perfil bajo de Arenas y, sobre todo, el rechazo a las medidas de Rajoy.

El líder del PP andaluz negó ayer en público las dos últimas razones. Dijo sentirse "orgulloso" del tipo de campaña realizada, "cargada de propuestas", y de la "tarea reformista" del Gobierno. Le acompañaba la ministra de Empleo, Fátima Báñez, responsable de la reforma laboral. Son varios los dirigentes populares que achacan el resultado del domingo a las reformas y los ajustes de Rajoy. El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, fue rotundo: "La única diferencia para tener ahora 442.000 votos menos que en las generales han sido las medidas y los ajustes del Gobierno que no han gustado a todos".