El expresidente del Gobierno Felipe González parece que tiene claro el resultado de las elecciones andaluzas que se celebran mañana, y ayer pronosticó en Córdoba que "el lunes que viene (el día después de los comicios regionales Arenas volverá a ser candidato", porque, en su opinión, Andalucía se convertirá en "la resistencia no solo de la derecha, sino de la ola reaccionaria que barre Europa". Para el exjefe del Gobierno, cuando Arenas vuelva a perder unas elecciones andaluzas será de nuevo candidato, "pero no solo porque pierda, sino porque, qué otra cosa puede hacer", se preguntó.

González participó en un mitin en el pabellón polideportivo de Fátima en el que fue el último (y primero suyo en esta quincena electroal) acto de campaña que los socialistas de Córdoba celebraron antes de entrar hoy en la jornada de reflexión. El ex jefe del Gobierno acompañaba al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y al presidente de la Junta y candidato a la reelección, José Antonio Griñán, así como al máximo dirigente provincial socialista, Juan Pablo Durán, y a la cabeza de cartel del PSOE de Córdoba a las elecciones, Araceli Carrillo.

En una sala polideportiva abarrotada, con una asistencia que la organización cifró en 3.000 personas, los cinco intervinientes coincidieron en el mismo mensaje: el retroceso en derechos para los ciudadanos que supondrá la reforma laboral y los recortes que, según ha resaltado por activa y por pasiva el PSOE durante la campaña, pondrá en marcha el PP si gana las elecciones y gobierna con mayoría absoluta en el sistema público de salud, en educación y en dependencia (el estado del bienestar, en resumen). También todos ellos coincidieron en rechazar la corrupción de manera tajante. Sobre este asunto, Carrillo dijo que "cuatro impresentables han provocado una mancha en la principal seña de identidad del PSOE: la honradez".

Pero González fue más allá y llamo a la "resistencia" en Andalucía, pues según dijo, la comunidad "no debe entrar en la trituradora del conservadurismo, que nos va a meter diez años en la crisis", situación de la que,

según añadió, solo caben dos formas de salir: "la que ofrece la derecha insolidaria o la progresista y solidaria", que no tuvo que decir que representa el PSOE.

Por su parte, Rubalcaba, que coincidió por primera vez con Griñán en esta campaña electoral en un acto público, dijo que el presidente de la Junta es "el único que puede garantizar que Andalucía luche contra la crisis y siga avanzando sin dar un paso atrás en sus conquistas sociales". Indicó que a la derecha nunca le ha gustado Andalucía, argumento que utilizó para asegurar que por eso "el PSOE ha merecido la confianza de los andaluces durante 30 años". Y en contra de la privatización y recortes en la sanidad, indicó que prefiere 1.000 veces que vaya al médico alguien que no lo necesite, a que no pueda uno que lo necesita y no tenga dinero para pagarlo.

Por su parte, Griñán, que por la mañana aseguró que seguirá al frente del PSOE andaluz pase lo que pase el domingo, pidió a los andaluces que impidan que la derecha imponga en esta tierra su "ideología reaccionaria y conservadora" que pretende acabar con las conquistas sociales alcanzadas en 30 años de gobiernos socialistas. Griñán, que hasta ahora ha sido diputado por esta circunscripción, tuvo palabras de cariño hacia Córdoba.