--Si usted fuera presidente, ¿qué es lo primero que haría?

--Además de tomar posesión del cargo, también lo haría de los problemas que tiene Andalucía, estudiándolos profundamente.

--¿Qué necesita Córdoba para salir de la crisis?

--Ante todo, creer en sí misma y en el futuro. Pienso que es la mejor manera de afrontar la crisis en la que vivimos.

--Los ajustes parecen inevitables- ¿En qué cree que habría que recortar?

--Los ajustes son inevitables. En qué habría que recortar sería una cuestión más detallada de alta economía. Pero considero que lo que sí debemos de tener en cuenta es que viene la época del sacrificio, y el reto es conseguir que ese sacrificio fuera lo más justo y equitativo dentro del recorte.

--¿Cuál sería su política de cara al sector olivarero?

--Sobre todo, tener conciencia de que es un producto social. Se trata de un cultivo que favorece el territorio, la naturaleza, el asentamiento de la población al territorio, evita la erosión, limpia la atmósfera de CO2 y tiene unas virtudes saludables, nutritivas y cosméticas. En una palabra, es un cultivo mágico que hemos tenido la fortuna de que esté ubicado en el Mediterráneo, que es nuestro paraíso natural. Considero que habría que añadirle valor a un nivel global y que el precio se pondría en su sitio.