Las escasas precipitaciones que se han contabilizado desde el 1 de diciembre (solo 20,6 litros por metro cuadrado en Córdoba) están afectando a los cultivos y puede ocasionar una merma significativa en las próximas cosechas de cereal y de aceituna. El delegado provincial de Agricultura reconoció que la situación "es complicada" por la meteorología, lo que está provocando que algunos cultivos se encuentren en un estado "crítico". La necesidad más urgente de agua corresponde a las siembras de cereales de invierno, que por las bajas temperaturas y la falta de humedad presentan un escaso desarrollo vegetativo y en algunas zonas se está cuestionando su viabilidad si no llueve pronto. Precisamente, algunos agricultores con disponibilidad de riego han comenzado a regar las fincas. La situación de sequía de estos últimos tres meses también ha causa la desaparición de los pastos en las zonas adehesadas, lo que ha incrementado significativamente los costes de producción. Zurera advirtió de que la próxima cosecha de aceite se puede venir abajo si no llueve pronto.